jueves, 28 de febrero de 2013

pensamiento lento

--Ese ordenador va lento...
--¿Qué número es?
--El 7.
--Póngase en el 1 que quedó libre.
--Y usted --se dirige a mí-- ¿qué quiere?
--¿Falta mucho para el 246? --es el número que tengo para acceder.
--Esperaremos 10 minutos a ver si aparece el 245.
--Vale... Me da tiempo de salir a la calle a encender un cigarro.
--Fumar puede matar. No vaya, póngase en el 7.

TODO LO QUE ME CUENTES SERÁ NARRADO.
Desecho este lema. Sólo un diez por ciento de lo que oigo narro, y con la eterna duda de que me paso de generoso. Sólo no cuento lo que hablo con mis amigos. Tres personas que pueda llamar con este nombre. Dos hombres y una mujer. Si no puedo hablar con un amigo como me hablo a mí mismo, entonces a tal no puedo llamarlo amigo (decía Séneca). Y es verdad. Por supuesto, de la biografía de uno sólo asoma la punta del iceberg. Y muchas veces contada por un personaje que sustituye al autor, que vive lo que vive el autor pero no es el autor. Los tontos confunden personaje y persona y se pasan de confianzudos. Los tontos y los tímidos. Intentan parecer expansivos y no conocen los límites del lenguaje.
--Esto no lo escriobas en el blog --me dice XXX en la tarde del martes.
Una pena. La comedia que me cuenta merece ser contada si el contador sabe contarla. Yo no lo sé. Así que no la cuento.
--Esto no lo digas en el blog --dice YYY en la tarde del miércoles.
No se refiere a que cada vez que ve venir al marido, dice que me esconda. Y por supuesto, ni me lo presenta si coincidimos en el mismo receptáculo. Yo soy un empleado y el marido es el jefe. Sólo me presenta a los empleados de mi misma categoría, que es la inferior de todas. Me dedico a barrer la empresa cuando los empleados con categoría terminan su jornada. Hablo entonces con el compañero que pasa la fregona después que yo quité el polvo y barrí. No me han dicho que no le cuente esto o aquello al hombre de la fregona. Sin embargo, no le cuento nada. No es mi amigo. Si fuese mi amigo se lo contaba. La historia de XXX no porque no sé. La de YYY tampoco, porque es muy triste. Las cosas tristes exigen mucho...
--¿Tú eres fiel?
--Yo soy un hombre. No una pieza de ninguna balanza.
No, me parece que no es fiel. Pensaré sobre esta palabra el resto del día.
(Ah, ZZZ, me temo que ya no sé escribir cartas de amor).

Medito el derrridamiento de este blog. En lugar de añadir entradas, irlas borrando. Hacia atrás en el tiempo. No el tiempo que se vive sino el tiempo que ha muerto.
--¿Qué negocio hay en eso?
--Ninguno, no escribo por negocio... escribo por lo mismo que cago. Limpio la punta del iceberg. A veces sale mierda gato, otras de perro y más animales. Pero no he llegado a la de burro, que son bolas de oro para la tierra, para esta tierra de cobardes donde no soy el único. 
--Ah... Bueno, recojamos esta mierda que va a empezar el partido.
 Recojemo, salimos, bar lleno, pantalla grande, Ronaldo eres el más guapo. Préstanos cinco euros, a escondidas, porque somos los que estamos escondidos. Nos esconden. Qué bien.

lunes, 25 de febrero de 2013

Puerto, Platillo y poetas

Ancoche con Marcelino bajamos al muelle. El Fred Olsen atracando en ese momento. El acceso al puerto de Santa Cruz es complicado, tortuoso, vale la pena. Sólo para intrépidos. Me quedé con las ganas de ver al Petra, barco galanero donde los tripulantes caminan descalzos. El Petra había zarpado. Fantaseo que con un laboratorio donde fábrican al nuevo Papa, mientras los alienígenas siguen buscando a la ciega que vio el Pecado en los sótanos del Vaticano. A esta ciega la conocí en S, pueblo del Norte. No sé por qué, el Sagitarius Star, con la proa señalando hacia el polo norte, me recordó a la mujer ciega de S. Sagitarius es un barco con motor americano. A su capitán, Marcelino, este detalle le ha ocasionado no pocos disgustos. Y algunos placeres.
La luna lucía gorda y vieja, como una bombilla más en Santa Pus. Cátulo estaba preocupado con otros versos.

Deja de querer merecer nada de nadie
o de creer que alguien puede ser agradecido. 
Todo es ingratitud y nada significa
haber obrado bien;
al contrario, causa hastío, causa hastío y perjudica,
como en mi caso, a quien nadie acosa con más saña
que el que hasta hace poco me tuvo por amigo.

No sé por qué se me viene a la cabeza el programa de mañana, La Puerta, en Radio Unión Tenerife. Me parece que la cuestión radio está en momento crepuscular. Ramón el director no da señales, no enciende la farola del mar. Qué bello es tomar una responsabilidad y estoy para las plumas y no para los plomos. Plomos fundidos.  En fin, algún día podré volver a leer la carta de un escritor a su editor. Algún día, Mr.
Mañana veremos qué hay. Veremos, dijo un ciego. Y Alvaro de Campos escribió:

La maravillosa belleza de las corrupciones políticas,
Deliciosos escándalos financieros y diplomáticos,
Agresiones políticas en las calle,
Y de vez en cuando el cometa de un regicidio.
Noticias en los periódicos,
Artículos políticos insinceramente sinceros,
Olor fresco de la tinta de imprenta.

En el mismo muelle que el Sagitarius, un velero berjantín y un pequeño buque de pasajes en viaje por las islas macaronésicas.
Dejamos atrás la luna gorda y fea, a Catulo y a Pessoa, y subimos al Platillo Volante. Nos obsequiaron con mantaditos y sonrisas. Recordamos a Ezequiel Pérez Plasencia. En la Maldad lo recuerdan con cariño y respeto. Yo no lo conocí en persona. Él no conoció a Nally a y a Rosa. Le hubiera gustado. Y Nally y Rosa ¿lo conocerán a Ezequiel? En mi casa tengo varias obras suyas. De mí depende.

sábado, 23 de febrero de 2013

En Sagitarius Star

"En realidad no salgo de casa porque mi novio y yo hemos cortado" ... "quería venir conmigo a todos los sitios, incluso cuando iba a clase de inglés y sentarse a mi lado".
Por aquí voy con Tortugas acuáticas (Roxana Popelka, Baile del Sol). Como la vida misma. Disección de una realidad que desembocó en esta realidad que tenemos ahora. Despilfarro banal de tedios camuflados. Rajoy comiendo cocos y pasando las páginas de su discurso. Yo mismo ayer noche enseñándole a un amigo la raja de Santa Pus, la avenida del barranco Santos, construida en los tiempos del alcalde Zerolo. Santa Pus es una ciudad perfumada de hastío callejero. Sólo los que tienen dinero acceden a zonas que a simple vista parecen ofrecer más diversión. Y a esta mi edad la diversión ya no deja sino secuelas que desgastan. Busco otros senderos. ¿Qué preocupaciones tienes tú?, me preguntaron hoy por la mañana. En fin, aparte de las que todo el mundo, más o menos, no es poca preocupación recibir a menudo la visita del buitre de Kafka. A veces agradecerlo, al menos es una compañía. La soledad es llevadera cuando sabes que hay amigos a los que puedes llamar si una noche te da un dolor y tienes que tirarte al suelo. Pocos amigos pero fieles, como debe ser. Con el que estuve anoche en Mala Vida fue Marcelino. Fue al que le enseñé la raja de Zerolo. Se quedó maravillado. Se maravilla por nada. Debe ser que se calló al agua esta mañana. Estaba pensando en un verso, se le zafó la mano y se cayó del barco. El Sagitarius Star. Está en el muelle. Estará aquí unos diez días, junto al Petras. Un yate de lujo. Lo que no es de lujo es el agua del muelle. Salió del mar embadurnado de grasa y aceites refritos. No sé si dio con el verso. El barco lo trae loco. Sagitarius Star. Se admiten visitas. Está junto al Petras.
Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

viernes, 22 de febrero de 2013

Roxana:
hoy me he levantado con bajo rendimiento. El otro día una mujer me cambió la cabeza. Me quitó la que llevaba, que estaba llena de cenizas, y me puso otra. La que me puso es una cabeza dispersa. No doy pie con bola. Pienso mucho pero no sé lo que pienso. Siento mucho pero no sé le que siento. Miro mucho pero no veo nada. Preocupaciones grandes debo buscar hoy dónde resolverlas. Las pequeñas se resuelven solas.
Las artísticas literaria cinematográficas que a ti tanto te preocupan. Que a todo el mundo parece preocuparle. En mi mundo reducido ha entrado ahora tu novela. Empecé a leer Todo es mentira en las películas (editorial Baile del Sol). Se la pasé a mi adorada mentora en esta isla. Ya te diré lo que me dice. Si me dice bien te lo diré. Y si me dice que no le gusta, te diré mentira, que sí le gustó. Tengo que aprender a mentir, aprender inglés y, don Nítido, un amigo escondido, acaba de recordarme que tengo que renovar el carnet de conducir. Y mi amada mentora me dice que me bañe con jamón. Bueno no sé. Del barrio cogieron ayer a uno que robó 600 euros de perfume en Las Américas. Lástima. Por las noches, suelo bajar del frío de la casa al fuego del bar de Nally. Donde suelo hablar con ella y con Rosa. Dos dominicanas. ¿Cómo no acordarse de P? Y luego tú me nombras el Tirso de Molina. En este bar que tuvo en Gijón el burlador de Cornás, pasé varias gratas noches de comedia con Alberto. Recuerdo ahora una, que llegó la maipiola Pilar convertida en una furia, pelea de saloom del oeste contra el hombre de Cornás. ¿Qué será de Francisco? De P hace un siglo que no sé nada. Y de ti, en ¿qué escaleras estás ahora?
Bueno, a ver si mañana o pasado te hablo de cine y de literatura. Por lo pronto, a ver si te puedo pillar a buen precio Cucarachas con Chanel. Apunta este título.   
Besos.

miércoles, 20 de febrero de 2013

pequeña carta a Roxana Popelka (1)

Roxana:
Mira tú qué coincidencias. Ángeles, tu editora, me regaló tus dos libros en Baile del Sol. Me dio a escoger, por motivo de mi cumpleaños, y escogí los tuyos. Y de pronto, oh amiga guadiana, vas y asomas la cabeza. Cuánto tiempo.
Por David no te pregunto, aunque supongo que el hombre de los tacones te habrá incorporado a su colección de poetas asturianas, aunque no sé si sigues siendo asturiana o si alguna vez lo fuiste. Tu carácter más bien es ruso, así que no creo que estés muy identificada con ese pueblo de malcristianos. Ya me dirás.Quieres que te cuente algo. Bueno, las intimidades las dejamos para cuando estemos a oscuras.
Te contaré lo tópico, lo público. Las editoriales de aquí están tocadas del ala. Muchas se habían acostumbrado a la papa suave de la subvención. Cuanto más publicaciones, más dinero. El editor por lo general, si alguna vez había amado estas cosas, poco menos que terminó por convertirse en un mercachifle. Ahora el sistema ha cambiado pero en algunos casos sigue siendo el mismo. No te diré por qué eso, hasta que nos encontremos en un punto idóneo en este túnel oscuro que es la mitad del mundo.
Ahora habito en el barrio de La Maldad. Me vino bien salir de San Andrés. No es que beba menos, pero estoy menos disipado. Concentrado en dejar listo lo inédito y, en cuanto pueda, sacarlo a lo abierto. En lo literario, la última noticia es que me ha acogido con cariño Zo.o, animales todos ellos y algunos aún más que este tu afectado amigo. A Marcelino ya lo conoces. Anghel Morales (editorial Idea Aguere) va a reeditar (dice) El retrato de Marlou Diésel. Ojalá sea pronto. Más urgente es que hubiera en la puesta de salida sus poemas. De lo mejor que se ha escrito por aquí en ese género (Algunos están en la última Lunula, la que acaba de salir).
A pesar de las corrupciones, en el mismo tono que las políticas, estamos montando aquí algo serio. Lo daremos a valer cuando dejemos de ser gente tocada por el complejo de inferioridad. Gracias a Dios tenemos cerca un cirko de patéticos intelectualoides que nos animan a no dejarnos dormir. En cuanto pueda te haré llegar algunos libros imprescindibles que una autora como tú debe conocer:
Ensalada de Canónigos, Cucarachas con Chanel (con el amigo autor de estas dos obras estuve ayer noche hojeando uno de poemas tuyos que le prestó Angeles), Paréntesis, Y fumar puede matar, El cafetín  y pocos más...(En crítica, lo más sobresaliente es el blog El Escobillón). Mañana o pasado te hablo de sus autores, y de La Mala Vida y El Generador (donde en marzo habrá vibradores), de un programa de radio, etc. ¿Vale?. Y por ahora me despido como ya tú conoces. Muac.

lunes, 18 de febrero de 2013

tuning art academia chitoski



la parada de los monstruos



lecturas en domingo solo en casa sin churros

--Voy a salir a caminar --digo, con el móvil pegado a la oreja, y adiós adiós.
El caso es que no salgo a caminar. Me quedo, Roxana en el nomadismo mental, recuerdo el agua salada de Ciudad del Norte. Buena que era.  Y me baño. Y después del baño curativo, que aprendí de un médico hispanohablante, me pongo a leer.
Leo que quien tiene muchas novias no mata a ninguna. Lo mismo pasa con el lector, en este caso yo este fin de semana. Finde de lecturas. A lo largo del día, leo varios libros. Una forma de no conocer de verdad ninguno.

Merodeadores de orilla (María Teresa de Vega) por la mañana:

"Hay que salir de una vida que no vigoriza, y meterse en otra. Y si es necesario, en otra y en otra".

"Así es el mundo, asiento de múltiples animalillos infecciosos".

Libro para digerir mientras el Sol está elevándose.

A mediodía, El animal moribundo. Una novela de superficies, casi sociológica:

"En el siglo XVII la piedad sabía escribir frases, lo mismo que la impiedad".

"El auge y la caída del condón es la historia sexual de la segunda mitad del siglo XX. El condón ha vuelto ... ¿Qué hombre puede decir que disfruta del sexo usando condón? ¿Qué placer encuentra en eso?".

Esta disquisición la anoto para recordar que el asunto condón es asignatura pendiente en el Gigoló. Ya lo había subrayado cuando leí La agenda de Verónica, de Candelaria Quintero, donde hay páginas de reflexión acerca del uso o no del preservativo. El exceso profiláctico mata el amor.

Por la tarde, releo Ojos de miel, de JMLZ. La tuneo mentalmente. "Cuando me dieron la paliza consideré que mi destino estaba en tierra de cobardes, donde pudiera lucir lo listo que soy". Es una bastante aceptable artesanía novelística.
Hay obras que se desarrollaron de otro modo, incluso mejor, cuando otras manos la tocaron. Ghoete con Fausto. Quevedo con versos latinos. García Márquez con el cuento del náufrago.
Romances medievales cuando pasaron de España a Canarias sufrieron transformaciones. En fin, millones de ejemplos de que la originalidad es un plagio. Cuídate de la originalidad. Esa mentirosa consentida.

Por la noche abro El cafetín. Entonces ya me olvido de todo y me sumerjo con David, su personaje, en su mundo de loco. Loco con una insuperable clarividencia.
Christian me dejó esta novela última de Isaac de Vega, segundo su lector en el círculo de los animales del Zo.0 y negocios raros.

Amigo y maestro Isaac, brindo por ti y que no se rompan las copas. El amor no es contemporáneo. Tú lo supiste antes que todos nosotros.

Procuro dejar la lectura en una palabra que no convoque pesadillas. Pongo El Cafetín sobre el Elogio de la ancianidad (Espístolas morales a Lucilio), apago la luz de la lámpara. Cierro los ojos. Leo en la oscuridad. 20 euros en operación L. 30 en el plan S. 50 en misterio R. Etc. Me disipo en la energía monetaria. Me desvelo. En el tejado una gata maúlla. Me duermo. Dejo de leer. Veo. Sita sing the blues, "melodrama condimentado con las canciones de Annette Hanshaw, una olvidada cantante de jazz de los años 20".  

Buena película. Buena directora. En lucha contra los sanantonios que se enamoran de gochos y no valoran la poesía. Venga, guerrero, llama a E. El infierno es un cuento de los curas.

sábado, 16 de febrero de 2013

poesía luminosa

se reúnan para meditar,
hablar y llevarse bien,
porque como las olas del mar
se enfurecen, yo también
cuando quiero transformar
el mal en bien.
Yo me encuentro en un lugar
donde no se puede convertir
el bien en mal.

Suena a poesía esto de la devota de San Antonio. El santo me lo dio como diamante sin tallar. Enseguida que aparté la capa de carbón, me di cuenta que debajo había diamante casi en bruto. Había zonas ya talladas. Por mi parte seguí ese trabajo. Soy buen tallador cuando me pongo. Dios mío, qué maravilla. Lo único que no me gusta es "este bello rincón de España". Me tienta corregir: "este bello rincón de Expaña" (como lo escribe El Escobillón blog), pero no me atrevo sin permiso de la amiga de San Antonio. Seguro que el santo no me la presenta. Pos como no me dé lo que le pido, no le doy el diamante tallado. Lo que pido es también un diamante tallado. En forma de mujer. Que no me diga que no existe. Sí existe. Si no me la da, no le doy esta superación de la endecha a la muerte de Guillén Peraza. 
De pronto, como por arte de magia, surge lo que yo mismo quería hacer ahora en eso que se llama poesía. Lo he encontrado en esa mujer. Quiero conocerla, mi santo. Y toma, te enciendo cinco euros en velitas. Pum pum pum pum pum. Cinco focos de luz.

Aunque la mujer sea buena
hay que saber cuándo 
darle la de cal y la de arena.

No busco más. Aquí está la poesía. Ahora sólo hace falta que transformemos el mal en bien. No hay otra salida. Lo demás es rezar por el Papa, el vecino que me toca a la puerta cuando trabajo el Gigoló, a ver si hacemos una vaquita. Sí, buen amigo. Hoy lo vi con mejor pinta que ayer. Con el perro y otro. Iban a cazar. Ibrahim reponiéndose y su mujer enfatigada.
--Pero ahora no podemos cerrar... --dice, con un suspiro.
Marcelino llega. Vamos al Sur. Sagitarius Star. ¿Sueño? ¿Pesadilla?
--Me cambiaron la cabeza viejo, y de mis cenizas sacaron diamantes --le cuento al Capitán.
Suena el móvil.
--Dile que llame al barco Tetas volantes...
Arreglamos a bordo. Dejamos el puerto Amarilla Blues. 
Volvemos a la capital. Esta noche quedamos en ver la historia de Sita.
Qué bien bailaba.

jueves, 14 de febrero de 2013

sin más demora, hoy día 14

No soy fotógrafo, quería decir. Bueno, da igual si soy o no fotógrafo.
--Todo es la misma mierda --concluía alguien un artículo contra José Luis García Martín, escritor al que admiro y crítico del que me fío, menos cuando habla de sus efebos poéticos. Me gusta el maestro. Sus discípulos no tanto. Pelayo Fueyo no sé qué es dél. Quizá demasiado existencialismo para una época sedienta de glamour. José luis Piquero anda por ahí triunfando, se alió con Eva Vaz, una poeta que sentí mucho mejor que el antiguo discípulo de Martín, y escoró al realismo, contra la poesía de la experiencia. La diferencia. En la escuela de la experiencia el poeta es un finjidor, alguien que finje la realidad; en la otra, un crónista, uno que vive la realidad. La realidad es que no entendí nada de ese que se mete con Martín a cuenta del corrompido sistema de los premios literarios. Sí, están corrompidos, ¿y qué? Pobre poeta, buscando una manuntención y una fama. Pues apúntate a la camarilla dominante, pollaboba. Sigue el camino trillado, haz caso a Maquiavelo. El que no pudo seguir el camino trillado fue el Papa. Hablan de Pedro II. Por mi parte, si hay lógica en mi cabeza, el nombre del siguiente papa estará marcado por la K. Si no es así, me habré convencido de lo que me dicen. Cabeza desordenada.
Lo suficiente como para no tentar a la crítica. Dejémoslo en el cotilleo. En la madre de todas las novelas.
Lo digo por Línea líquida, un libro que parece anatema en otros cirkos ajenos al cirko platónico. Yo prometi la crítica. La crítica no, eso es demasiado pa mí. Me supera, me deja sin fuerza, aplomado. Lo que puedo decir son tonterías.
Con Línea líquida me ocurrió lo mismo que con Diario de un abogado mundano, pero por opuestos motivos. El Diario dejé de leerlo a la mitad, por deslumbramiento. Ese libro me habitó. Línea líquida también dejé de leerlo a la mitad, por aburrimiento. No pude con él. Alejandro me dice que en la otra mitad, la que va de la mitad hasta el final, hay un episodio en El Parra que te mueres de risa. Me lo creo. Aventuras del Parra y de otros lugares he leído en el blog del autor que me llevaron de nuevo al deslumbramiento del Diario.
¿Por qué me aburrió la primera parte de Línea líquida? No sé. No me  acuerdo.
Hay teorías que defienden el conocimiento del autor, vida y ser, para comprender la obra. Tal vez una crítica así despertaría un interés mayor en este caso, pues aquí autor y obra forman una simbiosis, o no sé si una es parásita de la otra. Que lo investiguen los críticos. 

miércoles, 13 de febrero de 2013

humo, Viejo

--Me dijo A que te vio vestido de fantasma con un chica espléndida que iba casi desnuda.

Sí, me vio en la plaza El Príncipe. La orquesta tocando qué bien baila Castellano y yo bailando mejor con la chica espléndida, hasta que vino el novio y cortó la magia. Le iba a pegar una trompada, cuando el tipo, en plan gracioso, me toca la nariz. Me quedé dudando. Si darle un pepinazo por joder un baile que me estaba saliendo de maravillas, yo que no sé bailar, o darle el kate por tocarme la nariz. La duda me paraliza. Intentaba resolver el dilema cuando menos mal que apareció Ramón, cámara en mano. Tuve rapidez para que me dejara la cámara. Me adentré en la multitud. Yo soy fotógrafo, pero cuando lo intenté de verdad me salieron fotos magníficas. Vi la imagen. Apreté el botón. Qué imagen. Yo creo que está cerca del poder que tiene la que el propio Ramón hizo de la viuda negra. Por cierto, hoy hay Mala Viuda. Vamos pabajo, pa Santa Pus. El otro día de fantasma. Hoy de mary popin. Con un paraguas de colores. Tómbola, tómbola, la vída es una tómbola...
Le prometí a Víctor Roncero unas líneas sobre el libro de su hermano Línea líquida. José María Lizundia es un gran autor de respeto y un enemigo con valor. Merece un comentario del pequeño Kastellano. Terminaré de leerlo.
Por lo pronto leo el poema de la devota de San Antonio, y un libro de autoayuda del párroco donde está ese santo de los cinco euros.
Miércoles de ceniza.
Humo de poder.

lunes, 11 de febrero de 2013

5 euros no, San Antonio

El fuego frío, el salvavidas de la muerte... ¿cómo se la llama esta figura retórica? La retórica del surrealismo. Regresa el surrealismo, en forma de oscuras golondrinas. Lo vaticinó Christian, el príncipe de las alcachofas.
--¿Qué necesitas? ¿Una copia? --pregunta chica 50 sombras (ahora lee a... ¿cómo se llama el gran superventa?) a una clienta rubia, del frasco.
--No me queda pan, caballero --le dice, esta vez a un cliente.
Me levanto a pedirle un chicle de menta. El invierno del mundo es el título del novelón.
--Lo que pasa es que para leerse este hay que leer  La caída de los dioses, porque este es la segunda parte.
Debe ya ir por la página 400. No le pregunto el argumento.
Yo en casa leo ahora un libro con menos volumen de páginas, pero seguramente más intenso. Merodeadores de orilla, de Teresa de Vega. En éste la narrativa es un ardid. La eminencia es la filosofía. Es un libro de filosofía el de María Teresa. Como tal hay que leerlo. Un interesantísimo libro de filosofía en una tierra donde pensar no es muy recomendable. Donde pensar es ver el abismo y la tentación del abismo.

San Antonio me llama. Dice que no piense tanto y que necesita que le haga un trabajo.
--¿Transacción? ¿El banco del tiempo?
--Primero mira a ver si puedes hacérmelo --dice el santo.
Se trata de un poema, de una devota, que se lo llevó para que se lo arregle. Miro el poema. Me maravillo. Un par de arreglos y suena a Jorge Manrique. Es delicioso. Su música es como un mantra que nos habla a los dos gramos de divinidad que tenemos cada humano.
--¿Entonces, Banco del Tiempo?
Espero del santo que me dé algo con calor una noche, porque hace tiempo que no tengo una noche tibia.
--Anda, coge cinco euros del cepillo y mañana me lo traes corregido.
¡5 euros! Buf. Me pongo a temblar. Recuerdo los 5 euros que me robó el tranvía. Recuerdo otros 5 euros una noche en La Matanza, recuerdo 5 euros como un billete peligroso, capaz de dejarme con la boca abierta y preguntándome qué está pasando aquí.
--Cóño, san Antonio, ese el cepillo de los pobres.
--¿Y tú que eres? Ay, pobre Jesús.
Qué cabrón.
--Esto te va a costar algo más potable que un manoseado billete, y si no, enamórate de un gocho y me voy a otro santo.
A San Martín de Porres, por ejemplo, que era amigo de los ratones, cosa que no conocía el poeta Nazzoa, en un magnífico poema que vi el otro día en casa de Marcelino.
--Eh, eh, espera... coge 10 euros.
10 es un billete más inocente, menos comprometedor. Pero no. No voy a cobrar esto con dinero. Eso es ilegal.
--Ilegal en la tierra.
--Vete al carajo.
En un bar cercano, el Canaria 7. Un pequeño titular: El Carnaval ON comienza con frío. Vamos a quemar El Rincón.
El rincón y la esquina.
Leo los nombres de la Reina que salió y de las cuatro damas honoríficas.
Con las iniciales escribo

CRISOL

K R S L

sábado, 9 de febrero de 2013

no me mientas más, corazón

--Y encima te están haciendo sentir que tú eres culpable de estar echando a perder la relación --dice Chica 50 sombras, ya en rebajas. Esta vez hablando con un paisano que contesta "¿Sabes lo que te digo? Que me importa todo un pito".
A mí también. Así que sigo informando.

--Por un accidente laboral, no cierra una empresa. El Carnaval es una empresa... --uno ayer en el Ibrahim.
--Ingresó a las cinco de la tarde --dijo su mujer, la mujer de Ibrahim--. El lunes le miran a ver cómo tiene las válvulas.
Por lo demás la gente habla del fuego frío, y de Rajoy.
--El tío salió allí, no en persona sino por una pantalla, y dijo "yo no maté cristianos, yo no quemé Roma, yo no cogí ningún sobre...", y se fue, como si nada.
--Todo mentira. Lo analizaron en un programa. ¿Sabes cómo descubrieron que todo era mentira? --pregunta el Flaco (qué raro está sin bigote).
--Por los gestos --dije.
Tengo un libro en casa que se titula Los gestos de la mentira. La lectura es reciente. Aún no la he olvidado. Lectura innecesaria. Un mentiroso cum laudem como yo caza la mentira al vuelo. Mejor sería captar menos y no darle importancia a nada.

--Vamos a seguir --hombre.
--A seguir con la batalla --chica 50 sombras.
Recuerdo que me llamó la del Círculo. Una chica llamada Carmen. Con KAR de Karnaval, Karta y... ¿y qué más, amigo EEE? Por cierto, te apuntaste al Cirko Platónico? A mí no me han avisado. Y eso que soy reencarnación de Sokrates. Me da una rabia.

Anoche bajé a ver las máscaras. Nada especial. Algunas parecían que se lo estaban pasando bien. Nadie disfrazado de bola de fuego. El único fuego estaba en la Mala Vida, en la canción que llenaba el espacio:

¡Fuego, fuego!
Y no lo dejes apagar...

Por lo demás, el espacio parecía réplica del cuadro de Hopper... 

Volví al barrio mío. Más animado está el bar de Nally.
--¿Has mirado el Euforia? me pregunta Rosa.
--No --pensaba mirarlo en la perfumería que estaba donde estaba el Frigo, pero está cerrads, no sé si por vacaciones o por mal negocio.
--Tengo una amiga que lo puede conseguir por 25 euros --me facilita Rosa. Y se pone a discutir con una negro de dos metros, con voz de caramelo, que intenta lo que yo intentaría si tuviese los 25. Normal.
Una medalla de plata baila entre sus dos pechos de vino y marfil. Le separo un mechón de su negro pelo para leer lo que está escrito...
--Tú estabas como en un bingo --le dice al otro--, mi mente no está aquí; claro, cómo que no estabas enamorado, y ahora qué tú me dices, que se te encendió el amor. Pos te equivocaste, porque está noche yo me voy a ir con Jesús --Me abraza Rosa, la huelo y le preguntó qué perfume lleva.
--No es Euforia. Euforia espero de ti el día 14, ¿no?
--Ya veremos
--Bueno, si no puedes --pone mal gesto.
--¿Te vas con el compatriota?
El negral dominicano me sonríe, con complicidad.
--Una noche no es bastante, Jesús. Necesito muchas más --dice Rosa.
El otro Jesús se acerca.
--Venga, no se me achique. Sea valiente. Ándele.

Esta mañana desperté, sin Rosa. Leo lo que dice Irene, la 4 dama de honor. Todas sienten sufrimiento --dicen-- por la candidata 7, que no existió.
Veo las mentiras hasta en las entrelíneas. Que se lo cuente a los ciegos, que no ven. Eso dicen.

--No es una literatura que te tire patrás, pero te engancha.
--¿Viste lo mal que lo pasa Grey cuando ella se va?
Esto sí es sonido de la verdad. Por eso vengo a este cuchitril. Y porque la Casa de la Cultura los sábados está cerrada.
--Anastasia lo supo hacer...

 


viernes, 8 de febrero de 2013

KAR

--Parecía un fuego medieval, donde quemaban a las brujas --dice la chica de las 50 sombras. La del ciber kiosco. No sé si terminó el libro. Habla con una señora que miro de reojo. Pantalones, de pie, piernas cruzadas, pelo recogido en moño...

--¡Ella sale y dispara eso al publico! ¿cómo va a ser eso?
--Igual que las votaciones, que me lo dijo a mí Wily.
--A mí ese sistema no me gusta.
--A mí sí.
--Me llamó la atención que la chica vio la sal, me llamó la atención.
--... pero no por diferente, sino porque...
--A mí me gustó la mexicana... Irene, la número 4, la 4ª dama de honor.
--Lo que faltaba es que hubiera ganado la del barco
--... luego la última que salió...
--Y esta la que ganó, sí, pero yo veía los trajes y...
--... después los ves en la calle y no tienen nada que ver... bueno, hoy no lo veré en la calle.

Mi amigo Eduardo quiere un cuento de Carnaval. Pos bueno, aquí está el cuento. Un cuento quemado.

Comienza por la mañana en el bar de Ibrahim.
--¡Un diseñador que coño sabe de explosivos ni de la mierda de cables! --asegura el Flaco.

Eduardo está allí porque necesita leer la realidad y descansar de los libros. Que otros se ahoguen en Sócrates, los mismos que cicutaron a quien sólo sabía que no sabía. Y ni siquiera se molestó por cómo lo puso Aristófanes, en Las Nubes. En las mismas nubes por dónde anda Cuervo Herar.
Con el Cuervo fui el otro día al muelle. A ver un barco. El barco se había ido. Galeón La Pepa.

Por la noche con Dr R, fabricando un poema, PIENSA EN RABIA, que comenzaba, por supuesto con un tuning. De la valla publicitaria por encima de las mesitas de La Platea, frente a lo que fue el Frigo, donde trabajaba mi madre, y luego fue perfumería. Ya no es. Está cerrada. Apagada. Cerca de la estación Guimerá:

VIVE EL CARNAVAL CON MUERTE

*
Dos obras tendría que leer antes de ponerme a escribir un cuento de Carnaval en Santa Pus. Orfeo negro, que es una película, y Jubiabá, de autor brasileño que nunca me acuerdo el nombre. Jubiabá era hombre de conocimiento. Tenemos un ojo de maldad y un ojo de bondad, decía el brujo. Si cerramos la bondad, nos volvemos crueles. Si cerramos el ojo de maldad, nos volvemos idiotas.

Magnolia se llama la chica número 9.

Nokia rebautizó un autor de la calle Irene la calle La Noria.

La R se volvió K.

K de camino, camino de R.

En Tijoco ese camino que comienza en el Jarral, donde un pájaro cantó de alegría cuando vio entrar en la casa a una mujer bella.

*
Eduardo abre El Día en la barra. Reproducen una entrevista a la candidata número 7.

Echaba chispas por los ojos, escribe la periodista.

--Aunque no gane, quiero dejar una huella.



jueves, 7 de febrero de 2013

kábalas

La otra noche hablé con Jose de la importancia del nombre. A na novela inglesa (Tristram Shandy ) alude José Rivero Vivas en una de sus novelas, una reflexión sobre la importancia del nombre de este o aquel personaje. No es lo mismo llamarse Ernesto que Sebastián. Ramón que Pedro. En fin, en la ficción pura es el olfato, o el conocimiento de simbologías de los nombres, lo que hace al autor elegir uno entre tantos, a veces con fortuna y otras no tanto. Eso en la ficción pura. En la que se alimenta de una realidad concreta, donde los personajes están construidos con rasgos reales, cambiar el nombre marca con otra atmósfera la narración. Los sonidos de la lengua (combinación de fonemas, si quieres ponerte pedante) marcan también el conocimiento de la realidad.
En Gígoló decidí, por razones de protección civil, cambiar a un personaje de nombre K y rebautizarlo R. Lo que eso afecte a la novela lo veremos cuando vea la luz, si nace en forma de libro, que es como una obra sale normalmente al mundo.
El sonido K (que en español escrito poseen tres letras distintas: k, q, c) me persigue esta temporada. Lo fijé en la memoria inmediata cuando recibí un sms cuya despedida fue kiss, inédita hasta el momento en los sms que desde hace años recibo en el móvil. El padre de la expresión es persona de nombre con R inicial, constructor reciente de un artefacto con forma de torre, lo que me hizo ver, por afinidad, el arcano mayor La Casa Dios, llamada vulgarmente La Torre, donde el fuego actúa de forma poderosa. Esa carta es temida por muchos. Otros en cambio la encomian; dicen que significa gran fiesta, un despertar de las ideas, cosas así. El caso es que el mismo día que recibí kiss en el móvil, en Brasil la discoteca Kiss se incendia, por un motivo similar, si la información que tengo es cierta, a como sucedió ayer con la 7ª candidata de la Gala de la elección de Reina de Carnaval. Carnaval. Palabra con un sonido iniciado con K y, después máxima abertura vocal, terminado con R.
(Deseo, como es natural, que la chica que sufrió la acción de un... no sé cómo decirlo, alguien que jugó con fuego, se recupere de las quemaduras).
--Tiene quemaduras de un cuarenta por ciento --dijo el Flaco esta mañana en el bar de Ibrahim.
El Moro hablaba con otro, un paisano fornido, en otra parte de la barra, de un caso no tan triste pero que al otro le afectaba de cerca.
--Trajeron a un escritor de Madrid, y el nota (el profesor) nos dice que es obligatorio ir a la charla del escritor. Que al que no vaya, le baja la nota. Cinco euros la entrada.
Otra vez la imagen de cinco euros, lo que me robó la máquina del tranvía en plaza Weyler...
--Tuvimos que ir. Cinco mil euros recaudó el tipo. Mil que le haya pagado al escritor de Madrid, más los viajes, el hotel, la gran cena...
--¿Quién era ese escritor? --pregunto.
--Juan Cruz.
--Ese es de aquí --le informo.
--Sí, es de aquí pero vive en Madrid --me informa.
--Y ¿de que habló?
--De sus libros. Yo no me enteré de nada. Ni me va ni me viene lo que dijo ni he leido sus libros.
Lugar, un centro de enseñanza para parados, en Ofra.

Recordé lo que Vera me contaba el otro día de un familiar. En ese momento estaba perdido. Hoy está muerto. Lo encontraron cadáver en un barranco de La Orotava. Contó Vera que el hombre --retrasado mental-- subió a una guagua y se sentó, sin querer abonar el viaje de La Orotava al Puerto. El chófer llamó a la policía. Lo hicieron bajar. Lo abandonaron en un banco y se fueron, el chófer, la guagua y los policías. Caso cerrado.

Eduardo invitaba a los escritores en su blog, El Escobillón, a escribir una obra ambientada en el Carnaval. Triste comienza.
La fantasía de la candidata tenía de nombre Isis, reina de los dioses. Lo de menos es que se halla quemado esa fantasía. Un diseñador pierde su trabajo. Pero otra gente, cercana en afectos, no puede apagar con lágrimas un fuego estúpido.

Lo demás son sonidos. ¿Qué importan los sonidos? Kiss. K de Carnaval. Del nombre Isis se puede recoger las dos eses y una i, para escribir Kiss. ¿Y la otra I? Quizá en la cuarta candidata, cuarta dama de honor. Candidata del tranvía, Destino intercambiador, donde, si no mal recuerdo, en otros carnavales, creo que el de Amargo, hubo un asesinato. (Me sumo a la corriente dominante, hacer bombo con la propia obra. Eduardo calificó El pintor asesino de novela inclasificable. Veo que no la leyó, o no pasó de la página 20. En esas aventuras, Amargo, la Alcaldía de Santa Pus --Viejo, te robo el nombre si se republica la novela-- y el Carnaval ocupan páginas de postín. Y Juan Cruz, una conferencia en una Feria del Libro en la plaza El Príncipe, sobre Luis Alemany).

Seguiremos riéndo y disfrazándonos. Qué más da nadie ni nada. La fiesta sigue.  

Esta noche en la Mala Vida

MALAS VIUDAS

(si no estamos mal informado)

miércoles, 6 de febrero de 2013

Voces en el aire

--Una vez que un hombre aprende a ver, se halla solo en el mundo, sin nada más que desatino...
 --Ojo al parche..
--Cuando nuestro ojos ven, todo es tan igual que nada tiene gracia.
--Si yo fuera rico. Dice Nally que no sufras más y que te tires por el balcón...
--Dile que lo haré.
--... una preciosa chica. Espera al día 14. Su cumpleaños. ¿Reunimos para regalarle Euforia, su perfume preferido?
--Te ríes de mí, joven, pero no me importa. Ahora intenta también reírte de ti.

Coversación captada en el bar de Nally. Cuando esta mujer se vaya del local, yo también me iré. Estoy allí por ella. Habla como escribe Dr R (JRamallo). Ayer sugerí a Cuervo Herar y a Juan Royo, en el Polen, Tacoronte, reunir cinco euros cada uno para comprarle el perfume.
Juan se estuvo riendo un buen rato.
Pues nada. Ya veremos.

Tenía interés por oir a Krahe mañana. No lo conozco. Pero creo que no, Viejo. Hay que cuidar las pelas.
Y si luego no me gusta Krahe... mejor dejarlo.Quizá, no sé. Estoy desatinado. Y eso que ayer, después de media hora de pensar y pensar, di con el origen de la patología del celoso. Observé detenidamente a un ejemplar cercano de mi especie --yo también sufrí esa debilidad-- y entre él y yo tracé dos puntos de referencia que me ayudaron a situarme en una zona áurea del conocimiento. Doy la conclusión. El celoso tuvo en la infancia o adolescencia incontinencia urinaria. Se lo expliqué a Juan. No sé si lo convencí.

martes, 5 de febrero de 2013

Rapsoda se nos va de La Puerta, de Dr R & Chitoski...

La PUERtA HOY

 Alejandro Suárez

el otro poeta

el Rapsoda

va a buscarnos un nuevo libro.

Buen mentor tiene.

Te esperamos, amigo.

 RUP

Si no hubiese conocido a Carmen Martín y a JRamallo, hubiese tenido que inventarlos. La fortuna me ha dado la amistad y el espíritu de estos dos amigos. Gente de quienes tengo lo que no tendría sin ellos. Alimento del alma. Los efectos de Carmen ya los conoció Atteneri. Los de JRamallo, lo conoce lo que escribo en La Maldad.
--Yo me ocupo de Vertical jazz y Horizontal blues si quieres, pero tú limpias la mesa de todos los papeles que tengas y te sientas a escribir ...
Estamos en un banco de la plaza de La Concepción. Un hombre, bajo otro banco cercano, busca con una linterna una china que se le cayó al suelo.
--¿Escribimos un poema a la muerte?
--Vale, y lo titulamos como el blog de Evelia.



DAME VIDA

No se movió de la puerta.
Escuchaba la voz alzarse.
Levantó la cabeza y vio sus ojos.
Encontró una silla vacía junto a la pared
y se sentó.
La alfombra bajo sus pies.
Sentía la mirada rozándole la cara.

--Puta muerte, no me mires tanto.
Te  conozco, soy como tú.
Enciendo lo que apagas.

Dama sin dientes de arriba.
Viuda negra.
Actriz perfecta.
Ven aquí, te espero.
Dame vida.

lunes, 4 de febrero de 2013

hasta pronto, amigo

Hasta pronto, Miguel Angel Díaz Palarea.
Ron doble anoche con Nally y Rosa.
Tus ojos cerrados, los de ellas abiertos
deseando encontrar un hombre como tú.
Anda, regresa, sube a La Maldad.
No seas obstinado, no nos dejes tan solos
y tan a menudo unos comemieldas.
Venga, di que todo esto es una triste broma.



domingo, 3 de febrero de 2013

--Los queridos muchas veces son más buenos que el marido. Te dan lo que el marido no te da, y hay hasta quienes te dan cariño.
Esto decía una mujer menuda, con el pelo rizado corto, a un paisano. Lugar. Un bar de La Maldad. Por debajo del campo fútbol. Santa Pus, allá abajo, está viva gracias a los efluvios (coño, ¿cómo era esa palabra alemana que sabe el ilustrado líquido?) de los barrios. El Barrio Colgante (Barrio Nuevo), Oxfra, Cuesta Piedra... Algún día, de noche, el pueblo, cansado de que la autoridad lo registre contra la pared, inundará Santa Pus, y le echaran Chanel a esa cucaracha de ciudad. Una ciudad donde ocurren maravillas.
Un ciclista chino, muy amable, elogiaba a Diosa Divina. Ella con Príncipe de las Nubes y conmigo en una mesita de la Mala Vida. Enfrente de la puerta de la viuda negra.
--¿Quienes son estos con los que estás, diosa morena?. ¿Éste es tu marido? --señaló a Príncipe de las Nubes--. ¿o sólo amigos? --me señaló también a mí.
--Son mis amantes.
Chanel a la cucaracha.
Y no sólo hermosa y cautivadora. Diosa Divina es sabia. Le conté un sueño en que yo era una mujer y veía llorar a un ciego que se enjugaba el llanto con la cartera, mirando sin pasión una estantería de libros en el pasillo de su casa.
--Fuiste puta en otra vida --me dijo--.  Por eso tienes las manos pequeñas. Manos de mujer.
Putas fueron muchas reinas. Putas piadosas. Puntas Santas.  Un orgullo.
Centímetros de sabiduría. Escribiré como una puta, con el gozo de tener amante.
Lo que no tengo es la foto de la viuda negra. Cuervo tiene una foto. Una foto que hizo una noche, por orden de Chitoski, en la calle paralela a la calle Nokia (nombre con que don Líquido rebautizó a la calle La Noria), de nocturna confluencia, sexo y baile en las noches de muchedumbre.
--Ya todo es internet. Lo obligan a uno a pasar por el aro --me dice la kiosquera donde pico el teclado. La que lee 50 sombras mientras suena Sabina en el hilo musical
--¿Qué hora tienes, mi niña?
--Once y veinte.
Coño, hora de irse. Quedé a las y media con Diosa Divina, la de caudalosos cabellos.  

viernes, 1 de febrero de 2013

poeta ciego

Imagino a un poeta ciego. No es Antonio Carmona.
Dos obras, que ahora recuerde, me han incitado´a pensar en los ciegos, sin uno serlo todavía. Informe sobre ciegos y la tragedia de Edipo. Se dice que en Edipo el arrancarse los ojos es un eufemismo de caparse. En contraposición, imagino a un poeta ciego con satiriasis. Malo, más que malvado. No se capa él, pero continuamente está violando sin piedad a la novia, que es como Gutiérrez Albelo denominó a la Poesía. Los poetas malos tienen una gracia que no tienen los mediocres, los que dan el pego pero a la postre son (referencia borgeana) los que llegan antes a la meta, que es el olvido. Pongamos que tal poeta vive en el norte de la isla. Lejos de Santa Pus, ciudad de las cucarachas con Chanel. Donde la esponja del hastío algunos la combaten con rayas blancas, y otro con línea líquida. Me encanta este otro. Ha superado a su hermano. No lo niego. Me hace reír. Autor Madrastra que sólo está contento cuando sus espejos lo bañan con piropos encendidos. O el Nerón que hizo Ustinov, en el papel del césar.
Bueno, imagino a un poeta ciego. Bastante malo. Quienes me conocen, cuando hablamos de poesía ya deben de estar hartos de oírme lo del Licenciado Vidrieras. Le preguntan que, cómo él, siendo tan sabio en todo, no es poeta. El Licenciado asumió que no tenía esa fortuna ni esa desgracia. "Será una cosa o será otra", repusieron.
--No tengo la desgracia --dijo, más o menos-- de ser un poeta mediocre, que es el mayor ridículo en que podemos caer. Ni tengo la fortuna de ser un poeta valioso, de los que sólo existen no más de cinco en este tiempo, y que es el mayor logro que puede alcanzar un ser humano.
Yo he tenido la suerte de ser amigo de Roger Wolfe y de Marcelino Marichal (no nombro a otro para no perjudicarlo). Dos de esos cinco.
El poeta ciego que imagino está en las antípodas.

Como si no me viese, subía ayer noche Victor Roncero rente a la estación del tranvía en la plaza Weyler (donde está la máquina que una vez, hace poco, me hurtó cinco euros). Después de dejar a Jose, Marcelino y Evelia en la Mala Vida.
--don Víctor, los que vamos a morir te saludan.
El hombre se paró en seco.
--Jesús, ¿te vas a morir?
--Todos nos vamos a morir.
Quitando los que ya están muertos, cadáveres que caminan con la vida perdida. Le prometí una crítica. Mucho prometer. Lo dejaré en comentario, comentario de bar a las doce de la noche, con Rosa y Nally, que ya volvió de Alemania.
--¿Cuántos eres capaz tú de echar en una noche? --le preguntaron a uno
--Cuatro --contestó el preguntado, sin mucha convicción.
Las dos mujeres estuvieron riendo media hora.