sábado, 9 de febrero de 2013

no me mientas más, corazón

--Y encima te están haciendo sentir que tú eres culpable de estar echando a perder la relación --dice Chica 50 sombras, ya en rebajas. Esta vez hablando con un paisano que contesta "¿Sabes lo que te digo? Que me importa todo un pito".
A mí también. Así que sigo informando.

--Por un accidente laboral, no cierra una empresa. El Carnaval es una empresa... --uno ayer en el Ibrahim.
--Ingresó a las cinco de la tarde --dijo su mujer, la mujer de Ibrahim--. El lunes le miran a ver cómo tiene las válvulas.
Por lo demás la gente habla del fuego frío, y de Rajoy.
--El tío salió allí, no en persona sino por una pantalla, y dijo "yo no maté cristianos, yo no quemé Roma, yo no cogí ningún sobre...", y se fue, como si nada.
--Todo mentira. Lo analizaron en un programa. ¿Sabes cómo descubrieron que todo era mentira? --pregunta el Flaco (qué raro está sin bigote).
--Por los gestos --dije.
Tengo un libro en casa que se titula Los gestos de la mentira. La lectura es reciente. Aún no la he olvidado. Lectura innecesaria. Un mentiroso cum laudem como yo caza la mentira al vuelo. Mejor sería captar menos y no darle importancia a nada.

--Vamos a seguir --hombre.
--A seguir con la batalla --chica 50 sombras.
Recuerdo que me llamó la del Círculo. Una chica llamada Carmen. Con KAR de Karnaval, Karta y... ¿y qué más, amigo EEE? Por cierto, te apuntaste al Cirko Platónico? A mí no me han avisado. Y eso que soy reencarnación de Sokrates. Me da una rabia.

Anoche bajé a ver las máscaras. Nada especial. Algunas parecían que se lo estaban pasando bien. Nadie disfrazado de bola de fuego. El único fuego estaba en la Mala Vida, en la canción que llenaba el espacio:

¡Fuego, fuego!
Y no lo dejes apagar...

Por lo demás, el espacio parecía réplica del cuadro de Hopper... 

Volví al barrio mío. Más animado está el bar de Nally.
--¿Has mirado el Euforia? me pregunta Rosa.
--No --pensaba mirarlo en la perfumería que estaba donde estaba el Frigo, pero está cerrads, no sé si por vacaciones o por mal negocio.
--Tengo una amiga que lo puede conseguir por 25 euros --me facilita Rosa. Y se pone a discutir con una negro de dos metros, con voz de caramelo, que intenta lo que yo intentaría si tuviese los 25. Normal.
Una medalla de plata baila entre sus dos pechos de vino y marfil. Le separo un mechón de su negro pelo para leer lo que está escrito...
--Tú estabas como en un bingo --le dice al otro--, mi mente no está aquí; claro, cómo que no estabas enamorado, y ahora qué tú me dices, que se te encendió el amor. Pos te equivocaste, porque está noche yo me voy a ir con Jesús --Me abraza Rosa, la huelo y le preguntó qué perfume lleva.
--No es Euforia. Euforia espero de ti el día 14, ¿no?
--Ya veremos
--Bueno, si no puedes --pone mal gesto.
--¿Te vas con el compatriota?
El negral dominicano me sonríe, con complicidad.
--Una noche no es bastante, Jesús. Necesito muchas más --dice Rosa.
El otro Jesús se acerca.
--Venga, no se me achique. Sea valiente. Ándele.

Esta mañana desperté, sin Rosa. Leo lo que dice Irene, la 4 dama de honor. Todas sienten sufrimiento --dicen-- por la candidata 7, que no existió.
Veo las mentiras hasta en las entrelíneas. Que se lo cuente a los ciegos, que no ven. Eso dicen.

--No es una literatura que te tire patrás, pero te engancha.
--¿Viste lo mal que lo pasa Grey cuando ella se va?
Esto sí es sonido de la verdad. Por eso vengo a este cuchitril. Y porque la Casa de la Cultura los sábados está cerrada.
--Anastasia lo supo hacer...

 


1 comentario:

el escritor escondido dijo...

No, Jesús, no me apunté a circulo alguno. Estoy en época de cambios, ya te contaré vis a vis. Feliz Karnaval. Abrazo