jueves, 7 de febrero de 2013

kábalas

La otra noche hablé con Jose de la importancia del nombre. A na novela inglesa (Tristram Shandy ) alude José Rivero Vivas en una de sus novelas, una reflexión sobre la importancia del nombre de este o aquel personaje. No es lo mismo llamarse Ernesto que Sebastián. Ramón que Pedro. En fin, en la ficción pura es el olfato, o el conocimiento de simbologías de los nombres, lo que hace al autor elegir uno entre tantos, a veces con fortuna y otras no tanto. Eso en la ficción pura. En la que se alimenta de una realidad concreta, donde los personajes están construidos con rasgos reales, cambiar el nombre marca con otra atmósfera la narración. Los sonidos de la lengua (combinación de fonemas, si quieres ponerte pedante) marcan también el conocimiento de la realidad.
En Gígoló decidí, por razones de protección civil, cambiar a un personaje de nombre K y rebautizarlo R. Lo que eso afecte a la novela lo veremos cuando vea la luz, si nace en forma de libro, que es como una obra sale normalmente al mundo.
El sonido K (que en español escrito poseen tres letras distintas: k, q, c) me persigue esta temporada. Lo fijé en la memoria inmediata cuando recibí un sms cuya despedida fue kiss, inédita hasta el momento en los sms que desde hace años recibo en el móvil. El padre de la expresión es persona de nombre con R inicial, constructor reciente de un artefacto con forma de torre, lo que me hizo ver, por afinidad, el arcano mayor La Casa Dios, llamada vulgarmente La Torre, donde el fuego actúa de forma poderosa. Esa carta es temida por muchos. Otros en cambio la encomian; dicen que significa gran fiesta, un despertar de las ideas, cosas así. El caso es que el mismo día que recibí kiss en el móvil, en Brasil la discoteca Kiss se incendia, por un motivo similar, si la información que tengo es cierta, a como sucedió ayer con la 7ª candidata de la Gala de la elección de Reina de Carnaval. Carnaval. Palabra con un sonido iniciado con K y, después máxima abertura vocal, terminado con R.
(Deseo, como es natural, que la chica que sufrió la acción de un... no sé cómo decirlo, alguien que jugó con fuego, se recupere de las quemaduras).
--Tiene quemaduras de un cuarenta por ciento --dijo el Flaco esta mañana en el bar de Ibrahim.
El Moro hablaba con otro, un paisano fornido, en otra parte de la barra, de un caso no tan triste pero que al otro le afectaba de cerca.
--Trajeron a un escritor de Madrid, y el nota (el profesor) nos dice que es obligatorio ir a la charla del escritor. Que al que no vaya, le baja la nota. Cinco euros la entrada.
Otra vez la imagen de cinco euros, lo que me robó la máquina del tranvía en plaza Weyler...
--Tuvimos que ir. Cinco mil euros recaudó el tipo. Mil que le haya pagado al escritor de Madrid, más los viajes, el hotel, la gran cena...
--¿Quién era ese escritor? --pregunto.
--Juan Cruz.
--Ese es de aquí --le informo.
--Sí, es de aquí pero vive en Madrid --me informa.
--Y ¿de que habló?
--De sus libros. Yo no me enteré de nada. Ni me va ni me viene lo que dijo ni he leido sus libros.
Lugar, un centro de enseñanza para parados, en Ofra.

Recordé lo que Vera me contaba el otro día de un familiar. En ese momento estaba perdido. Hoy está muerto. Lo encontraron cadáver en un barranco de La Orotava. Contó Vera que el hombre --retrasado mental-- subió a una guagua y se sentó, sin querer abonar el viaje de La Orotava al Puerto. El chófer llamó a la policía. Lo hicieron bajar. Lo abandonaron en un banco y se fueron, el chófer, la guagua y los policías. Caso cerrado.

Eduardo invitaba a los escritores en su blog, El Escobillón, a escribir una obra ambientada en el Carnaval. Triste comienza.
La fantasía de la candidata tenía de nombre Isis, reina de los dioses. Lo de menos es que se halla quemado esa fantasía. Un diseñador pierde su trabajo. Pero otra gente, cercana en afectos, no puede apagar con lágrimas un fuego estúpido.

Lo demás son sonidos. ¿Qué importan los sonidos? Kiss. K de Carnaval. Del nombre Isis se puede recoger las dos eses y una i, para escribir Kiss. ¿Y la otra I? Quizá en la cuarta candidata, cuarta dama de honor. Candidata del tranvía, Destino intercambiador, donde, si no mal recuerdo, en otros carnavales, creo que el de Amargo, hubo un asesinato. (Me sumo a la corriente dominante, hacer bombo con la propia obra. Eduardo calificó El pintor asesino de novela inclasificable. Veo que no la leyó, o no pasó de la página 20. En esas aventuras, Amargo, la Alcaldía de Santa Pus --Viejo, te robo el nombre si se republica la novela-- y el Carnaval ocupan páginas de postín. Y Juan Cruz, una conferencia en una Feria del Libro en la plaza El Príncipe, sobre Luis Alemany).

Seguiremos riéndo y disfrazándonos. Qué más da nadie ni nada. La fiesta sigue.  

Esta noche en la Mala Vida

MALAS VIUDAS

(si no estamos mal informado)

1 comentario:

el escritor escondido dijo...

Santa Kruz es una ciudad disfrazada de obras. Su futurible Reina deskansa en la Unidad de kemados del Virgen del Rocío de Sevilla. Sus urbanitas, que normalmente se kedan en sus kasas el resto del año, con motivo de Don Karnal atestan sus kalles disfrazados, aprovechando el tumulto para Kagarse y mearse en sus jardines. Para eso que no salgan. El Palacio de Injusticias junto al Interkambiador y al Korte Inglés, las mejores rebajas. Lo de la Kultura merece komentario aparte. Jesús, me kago en mis mulas, ke decía mi padre ....