domingo, 3 de septiembre de 2023

quita pallá...

 --Me dijo que tú y ... son unos indigentes, y que tú eres bipolar, que tú mismo lo dijiste en tu blog.

Al Holmes del Charco no se le escapa una. Ojo clínico. Pero se equivoca en lo de bipolar. Si hubiese leído Telarañas, hubiese sabido de sobra que soy cinco-polar. Salgo de un laberinto personal y entro en otro, y luego en otro y luego... hasta que regreso al primero que dije y vuelta a empezar. No deja de ser una peculiar versión del mito de Sísifo.

--Ese no se entera que la novia le está poniendo cuernos --cambia de persona aludida el informante.

--¿Compraste ya mi libro? Ya te dije que está en Agapea... Hace una semana que no cago, pero porque no tengo materia fecal.

Qué bien. Alguien por fin libre de materia fecal.

Por arriba de los aloes el que recoge colillas hace su menester cantando, primero lo de la luna brilla y se respira mejor y luego una variante de la copla

Quítate pallá, María,

quítate pallá, José,

que las papas que tenía

se las comió el perenquén.

Mi hija Sibi está leyendo Lluvia horizontal. Señala algunos deficiencias, como el estorbo de los sueños en el grueso de la narración, pero también valiosos aciertos. El que he llamado síndrome de Erea nunca hasta ahora, que nosotros sepamos, ha sido tocado por la literatura universal. No es poco lo que ha logrado la autora, que ahora me tiene en capilla porque no soporta mi tercera personalidad. No la soporta. 

Y la vida sigue. A trompicones, para no variar.


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