viernes, 11 de noviembre de 2011

tea antes de la peli mexicana

Sito Morales, ayer en casa Elder, se sorprende de que lo haya puesto como poeta. Si tuviese conocimiento de las realidades, sabría que él es mejor poeta que el tal Robayna y que el tal no recuerdo ahora su nombre y que incluso el respetable Carlos Pinto Grote. Está en el camino de la poesía que a mí (que soy sabio) me interesa, y que por lo pronto tiene su meta en el próximo libro del capitán M (un oyente batata pero al que las musas, piadosas, han decidido favorecerlo), edición ahora en manos de Anghel Morales, un editor que tiene en su dominio el oro de la escritura canaria universal de estos momentos. Lo primero, yo. Libro del cuervo. Y terminando con la novela o lo que sea del Dr R, y pasando por la de Juan Royo (no Premio Benito Pérez Armas 20011) y pasando si me apuran también por otra, esta sí novela, de r misnúscula (también no Premio benito Pérez Armas), donde el guerrero de la ex rambla del general Franco cobra un relieve que, los críticos borrachos y los críticos sobrios, deberemos mirar con lupa.

Dr R, capitán M, míster Cuervo, editor Anghel y Chitoski se reunieron ayer noche en el local antiuniversal El Puntero.
--¿Entendiste algo de lo que dice Lizundia en el blog?
Lizundia en el blog es un genio cuando narra. Cuando habla de política o de filosofía, parece un gato salpicando con las patas arenas movedizas.
--Dice que el género es lo local y que el no género es lo universal. Ignora que el microscopio y el telescopio enfocan la misma realidad, esa realidad que el nahualt tanto defiende y que tanto ignora. Ignora que la literatura de género es universal, y la no género también. El Dublín de Joyce, el Cuernavaca de Malcolm Lowry, el Los Angeles de Bukowski, el San Petersburgo de Dostoieski, la Mancha de Cervantes, la Dinamarca de Shakespeare, el Igueste de Isaac de Vega...

Ya no tengo teléfono fijo para llamar. Pero pueden llamarme a mí. Descuelgo el aparato.
--¿Maestro Juan?
--Maestro Juan era mi abuelo, el hijo de un hermano de Benito Pérez Armas, pero creo que está equivocada.
--Perdone, don.
--Mujer, nada hay que perdonar.

Nada tengo que perdonar a ninguna mujer, y que todas perdonen a un pobre cantor que no merece a ninguna.
Ni siquiera a Sita. hoy con Sita en Santa Cruz, con Sita en San Andrés... disfrutando de su diestra manera de llevar los negocios universales y saber cómo aparcar en un sitio difícil, localizado. Luego en el Petón. Luego en el Monterrey...

Ganas de coger una mochila y viajar al Sur. Mi Sur fue siempre Candelaria. Hasta que quitaron a los guanches verdaderos, corroídos por el viento y el salitre, y pusieron a esos de pasarela de Cíbeles, godos a más no poder. Falsos como la Vírgen de la Basílica catedral.
Caminar bajo las estrellas hacia ese Sur más auténtico, más allá del túnel de Güímar, y no parar hasta llegar a Las Chafiras, y... (chitón).

2 comentarios:

el escritor escondido dijo...

Para no perder el norte, píerdete unos días en el Sur....

Jesús Castellano dijo...

Como no he podido perderme pal sur ni pal norte, y el tea está apagado y el tiempo cuesta, como no puedo ahora acceder a una nueva entrada, aprovecho esta zona de comentarios para contestarle a mi amigo Lizundia. "Vasca cultura de altura" no lo he leído. Sé que Ramón lo leyó y le sirvió de guía en su visita viaje a Bilbao. Sí he leído "Canarias diversos nacionalismos", y además con gusto. Un libro muy bien escrito, donde el significante no se come al significado. Otra cosa es que esté de acuerdo, que en partes sí lo estoy. Otra cosa es que a veces nuestro ensayista se enreda sobre sí mismo y para entenderlo bien hay que saber chino, que no lo sé. En fin, espero salir de la ferretería y nos vemos el martes en Tijuana, en el programa político filosófico y con algo, qué remedio, de ficciones narrativas y realidades poéticas. Un saludo a todo el mundo.