lunes, 14 de noviembre de 2011

con prisas en el tea

Pensaba contar la película mexicana de ayer que fui a verla con míster Cuervo. Tragedia griega (o mexicana) sin dioses, o de dioses con pies de barro. Salimos echos polvo, desintegrados moralmente. Y al llegar a casa, grifo del baño roto, chorros de agua... Ramón, buen fontanero, me dio la solución: comprar otro grifo. Mientras tanto agua en baldes y cerrar la llave de paso. Nada grave: visitar una ferretería y proceder... Total, que como estaba sin cigarros salí a debajo del campo de fútbol, al bar Santos, el único abierto después de la 10 p.m. "Te acuerdas de que no fumaba y le salió un cáncer en la lengua?"... "¿y qué me dices de aquel que murió el otro día en la plaza... se echó a dormir por la noche en el banco y amaneció muerto"... "una muerte feliz ... la que lo pasó peor fue...". Y luego en la cama, un cuento de Ensalada de canónigos que me recordó tremendamente la película mexicana. En las dos obras, la película y el cuento, una madre asomada al dominio del fracaso, una pensando en quitarse de en medio con sobredosis y la otra quitándose de verdad con matarrata...
Y por la mañana soportar a Chitoski.
--Ese hombre es como un niño... ¿la universidad?... en la universidad aprendí a poner las comas y las tildes, y a distinguir gu g y j, y s y z... aunque es verdad que ya lo estoy olvidando y vuelvo a cecear como siempre, como cuando estaba en el campamento y me denominaba a mí mismo zeizientozezentaizéis... pero en la argumentación no me gana nadie, soy un razonador nato... pero si me dice que su libro está en la Universidad de Deusto, yo qué puedo decir, que el mío está en el Instituto Cervantes de Marruecos... Sí, gana en grado acádemico el nahualt Lizundia, pero un instituto tampoco es para despreciar... no le digas que es con la novela fracasada, la que publicó Agustín Pacheco, haciéndome poner "Rey de Africa" donde antes ponía "Gadafi"... una novela intelectual, demasiado, quise construir una máquina de conocer, y la máquina está bien construida, pero entonces era un narrador más torpe que ahora, y el cuento quedó mal contado... Y de don Juan yaqui aprendí a caminar, que gracias a eso estoy vivo...

Bueno, bueno, para ya, Yistoski, que ya está llegando el fin de derecho a uso de ordenador en el Tea, y vete a comer, aliméntate, hombre...

Y Mañana La Radio del Intelectual y el Salvaje... Cegará Chito a Lizundia con el humo de su chamanismo, o disolverá el nahualt con su conocimiento intelectual y argumentativo las ínfulas de ese maldito de pacotilla... Mañana martes, esperemos que con la tripulación al completo.

1 comentario:

Ramón Herar dijo...

Cuando entramos, yo pensé que alguien estaba arriba en la ducha, refrescándose las ideas (me dio envidia). Pero cuando vi la cara de asombro de Jesús... me dieron ganas de buscar algún machete o cuchillo largo. En fin, todo quedó en mero accidente doméstico: "El agua me persigue" concluyó Chitoski.