sábado, 31 de diciembre de 2011

dos poemas decimonónicos para afrontar el nuevo año

EL HOMBRE DEL BARRANCO (arcano LA LUNA

Cuando me acaricia la curiosidad
nada pregunto.
No busco, encuentro
y pinto sin propósito determinado.

Si no eres ingenuo o inocente,
cuando callo sabes la pregunta
que interrogan mis labios.

Lo sé porque ya no soy ingenuo
ni inocente, y cuando callas
sé la pregunta que me haces.

Y te digo la respuesta
--no te engaño, no te miento--
en un idioma que yo
solo hablo. Pon atención
si quieres aprenderlo.

Vivo el sufrir como Cristo tres días en la Cruz
y a veces tengo rencores y odios con la fuerza del rayo
y dolores de amor y de no tener en mí sino silencio,
pero todo dura lo que dura el relámpago.

Amo este barranco.
Soy yo quien lo habito.

Sabrá mi idioma cuando venga a visitarme,
a un hombre negro en esta tierra amarilla.


*
EL HOMBRE DEL PALACIO (arcano EL SOL)

Domino mis riendas, hablo sin dobleces,
sereno y tranquilo veo con mis ojos ciegos
el color de las naranjas.

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