martes, 10 de julio de 2018

primero hay que dedicarse al amor y después a la ambición (lo dice Pascal). Añado que una vez pasadas las dos etapas anteriores, el amor y la ambición, hayas tenido éxito o no, la tercera es buscar un precipicio o una cuerda y un árbol. Y que no te localice nadie hasta que no queden de ti ni los huesos. Y si puede ser, no dejes ninguna huella detrás. Ni escribir un libro, ni plantar nada ni pingas en vinagre.
No elogies ni insultes. Nadie merece la verdad (el insulto) ni que lo ates a una virtud que seguramente es pasajera (el elogio).
Por lo demás, puedes hacer lo que te dé la gana. Y si te pasan a cobrar lo que has hecho, jódete.

Me han dicho que soy perjudicial para la mujer que más estimo ahora en este mundo (familia aparte). Cómo seré para la que menos estimo. Prefiero no pensarlo.

No hay comentarios: