jueves, 22 de abril de 2010

2 y 3

En una disputa entre Henry James y Robert Louis Stevenson, el primero decía que el narrador se alimenta de la vida y el segundo que se alimenta de otras narraciones, y que la novela no es la vida sino una espita de la vida. En mi caso, ambos tienen razón. En mis novelas (salvo Agosta escribe) se han alimentado tanto de mi propia vida como de los autores que, a lo largo de mi menester de lector,
he considerado admirables. En ellas he prestado episodios y experiencias y paisajes personales a un personaje narrador que no soy yo. Todo sea por ese fenómeno imprescindible en una novela que se precie que se llama verosimilitud. En cuanto al estilo, no me interesa un estilo propio sino el estido del tal narrador, y que en ocasiones no ha tenido ninguno. Este blog, no es distinto el planteamiento y la cocina del autor. Si me hubiera puesto yo mismo como personaje, hubiera descendido hacia fondos oscuros en que el escribir, como ya dijo Antonio Bermejo, es sufrir. Como yo no soy el personaje que invento, que sufra él, si es que le toca, como cantaba aquella loca de la copla. He procurado fabricar un personaje con virtudes y defectos. En cuanto a lo negativo: presuntuoso, despreocupado, algo neurótico, mujeriego, y a veces, molestamente confianzudo. Por otra parte, esto del blog me interesó vivamente porque el escritor sale de su cubil solitario y está en continuo contacto con los lectores, que a veces, caso de Ramón el ex okupa o Campanilla, se convierte en serios coatures. Además, este medio es un regreso a la novela por entregas. Como lector de otros blogs, a los que tengo enlazados, sé lo que significa eso. Uno lee con gusto el último capítulo y espera con ansiedad el siguiente. Pero he decidido darle un descanso a la escritura de esta flor y mierda. Los motivos son diversos. Presiento que corro el peligro de tragarme al machango y convertirme en él, y corro el otro peligro, aún más grave, de que la propia vida no sea un mero entullo y ladrillos y etc en la arquitectura de la obra, sino que... en fin, quiero evitar confusiones. Otro motivo es que no estoy ahora en disposición material de seguir manteniendo este entretenimiento. Esta bien la picardía mientras no se convierta en costumbre, porque como bien dicen, las costumbres degeneran en leyes. Todo tiene su límite. El no pagar con mi dinero sino abusar de la confianza y afecto de los las amigos amigas, y dejar que ellos inviten siempre, se acabó. Hasta aquí he llegado. A partir de hoy, mientras yo no pueda corresponder a la cortesía de los brindis, sensatez será eludirlos. Otra cosa es ese comemielda lagunero que recuerda el dicho de que a este pueblo vienen dos y etc. Que le den, o como dice Maradona... Espero que esto haya valido la pena, y hasta más ver... Por lo pronto, Adiós.

4 comentarios:

Ramón Herar dijo...

SAN BENITOS
¡Coño, nos das una mala noticia! Espero que sólo estés haciéndote de rogar.
Por otro lado...
¡Ay Jesús! Pobre de quien le caiga un San Benito. Cuando están bien trabados es la perdición, no hay quién pueda con ellos, no importan injusticias ni irracionalidades. Un San Benito es un estereotipo, una imagen redonda, una salida fácil, un referente veloz que desarma y desampara. El único antídoto posible, Jesús, es no tomárselos en serio; siempre la intermediación del humor como gran salvador de todo lo insalvable de esta vida.
Por cierto, mañana en Adeje (San Eugenio-Faro Chill Art) presentación del ‘Volandero Cultural La Gatera’. Bueno, pues ya sabes lo que dicen de Adeje: “Adeje, el que pueda que lo deje, y el que no, que no se queje”.

campanilla dijo...

No tengo palabras, estoy muy triste por esta decisión y ni siquiera me sale una coplilla aunque solo fuera para intentar convencerte.
En fin, hay que respetar las decisiones de los demás como si fueran nuestras aunque no nos gusten.
Sólo espero que dure poquito este lapsus y te des cuenta de que debes seguir escribiendo por aqui, y por alli...tú ya sabes.
¡Qúe los dioses te sean propicios!

Anghel Morales García dijo...

Amigo Jesús:
Escribir es un acto de libertad y cada uno lo realiza como sabe y puede y tu lo haces bastante bien, por lo tanto, sigue haciendo lo que hasta ahora: Escribe lo que te salga de los conjones y donde te salga de los conjones. Como dice mi hijo Ivan: "yo escribo lo que me gustaría leer". Pues eso, sigue escribiendo como hasta ahora y los demás son troncos en la carretera evitálos, no me rompas el coche como Fernando Alonso.

Jesús Castellano dijo...

Gracias, amigos. No tengo intención sino de cobrar fuerzas para poner en orden el almacen literario inédito, el más secreto, el que deja de ser secreto sólo cuando se publica o, en cualquier caso, compartes con un amigo generoso que te ayuda a adecentar la cosa, como me ha sucedido últimamente con Juan Royo y Pilar Pomares. Hay veces en que no se puede estar en la procesión y repicando, o nadar y guardar la ropa. Por otra parte, los nombres y dichos equivocados o mal puestos, que no están donde deben estar,no sólo, como saben José Rivero Vivas y Laurence Sterne, fastidian un discurso sino incluso el curso de la vida. Y además, algunos recordarán cómo antiguamente mataban a los conejos. Los acariciaban con ternura y, en el momento más inesperado, zas. Dejo esto durante un tiempo por necesidad urgente, para arreglar mis otros asuntos. Cuando lo consiga, gracias a ustedes y otros cuatro lectores, más no creo que hayan, volveré. Porque también creo en esto como devenir del hacer literario, no lo duden. Un abrazo a todos y gracias por vuestra amistad, etc.