lunes, 17 de junio de 2013

afectos


recuerdo una canción sefardi en voz de Joaquin Diaz. "No la llames nariz, llámala alto alminar./ No la llames boca, llámala jardín de las palabras./ No los llames ojos, llámalos estrellas resplandecientes". (cito de memoria, mala memoria).

La nobleza, dicen,es reconocer en nosotros mismos lo que vemos en los otros. Entonces aceptamos al otro como nos aceptamos a nosotros mismos. No lo juzgamos. Lo olemos. Y nos apartamos o nos acercamos según nos huela. Y viceversa. (olor o interés, etc). Perdemos la imagen que tenemos del otro como héroe que se convierte en aspiración de mejora de nuestra persona, pero recobramos la imagen real: que no hay nada que mejorar. Lo que es es, y querer mejorarlo (nobleza) o empeorarlo (Jack el Destripador) son las puertas de la infelicidad, de la enfermedad. Podemos vivir sin amor (a veces, incluso mejor vivir sin amor). Podemos vivir sin dinero (o ser cuidadoso o descuidado con el dinero), pero sin salud, sin entereza, si energía, la vida no vale nada.
En el banco de poder, ayer noche con Jose, hablábamos de la hierba que nos rodea. Conocer la buena y la mala hierba es sabiduría. Seguir los consejos de la naturaleza o no, es voluntad.

Otro cuento fue la noche siguiente. El individuo es bipolar. Lo mismo te mete la nariz en el ojo del culo y te pide que te tires un pedo para oler a rosas, que
--Yo te invité a comer. Pagué veinticinco euros.
Sí, recuerdo la invitación. Los reproches porque uno comía con apetito. Bueno, a veces reprochaba que tenía un roto en la camisa. "Me da verguenza que me vean con un tipo que tiene la camisa rota". No es mujer canaria. Es hombre. Mezquino y miserable. Piojo que de repente se ve con dinero y derechos de los adinerados. Cagar cuando le place y donde le place.
--Ahora te toca pagar a ti.
Pago si tengo y hace falta.
Es bipolar. Una enfermedad. Empiezo a comprender por qué los asustados se apartaban de los leprosos.
Adiós, miserable y mezquino. ¿Amigo? Amigo hasta aquí. Hasta aquí hemos llegado. No te deseo mal, nunca te lo he deseado. Pero ya tampoco te deseo ningún bien, lo que siempre te deseé. Ni siquiera dejé de deseartelo cuando quedé mal porque tus mentiras de pinga alegre.
Adiós. Que te folle un pez. Y si muero antes que tú, no me traigas flores. Cuestan caras.
Además pueden ser venenosas. El mago y sus abonos.
Miedoso, pueden ser venenosas y aflojarte las ganas de joder.  

1 comentario:

Azena dijo...

Dice la nuestra novia
como se llama la cabeza.
No se llama la cabeza
sino campos despaciosos
pase la novia y goce al novio.
Dice la nuestra novia
como se llma el cabello.
No se llama cabello
sino seda de labrar.
Ay mi seda de labrar...
Como se llama la frente
no se llama frente
sino espada reluciente
Ay mi espada reluciente...
Como se llaman las cejas
no se llaman cejas
sino cintas de telar
Ay mis cintas de telar...
Como se llaman los ojos
no se llaman ojos
sino ricos miradores.
Ay mis ricos miradores...
Como se llama la nari
no se llama nari
sino dátil datilar.
Ay mi dátil datilar...
Como se llama la cara
no se llama cara
sino rosa del rosal.
Ay mi rosa del rosal.
Como se llaman los labios
no se llaman labios
sino filos de coral.
Ay mis filos de coral...

Fundación Joaquín Díaz: http://www.funjdiaz.net/letras.cfm?categoria=45