sábado, 9 de diciembre de 2017

Pulir la mierda

Fui a Ibrahim, por la calle vacía, noche sin luna, pensando en Ester Illa. Reprocha que me haya bebido la botella de vino. No sé qué quiere que haga. Solo en casa, con la botella de vino. Y ahora sin botella de vino.

La verdad y la mentira
se fueron a casar...
quedó viuda la mentira
y la verdad para enterrar.
El amor y el odio
se fueron a casar,
madrina fue la guerra
y testigo la paz.
En la fiesta de boda
quiso bailar
las ganas de comer
con ganas de cagar.
Con botella vacía
yo no pude ir
a ninguna boda,
qué triste sentir.
Me paso la noche
mirando la calle,
botella vacía,
y no pasa nadie.
Ni mentira llorando
la verdad difunta
ni odio cantando
a la marabunta.
Y no viene a verme
ni una triste guerra,
esa se va
do están la perras.
Tengo sexo escaso
y tengo poco seso.
La verdad difunta
en tumba de yeso
no abre la boca
porque la botella
ya no tiene vino,
ay qué destino,
y aquí, amigo Pepe,
acabo esta loba
y mañana bajo
a la recova
a comprar botella
por si viene Illa
con la pata coja.


Chito






















qué tris

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