domingo, 7 de febrero de 2016

dó vas fortuna lunes de carnavals?

Pepe

Continué el cuadro iniciado en Walter, la noche que mandaron quitar la música y pillé un sombrero verde, mágico. El cuadro está saliendo lúgubre, pero habla con una claridad que me sorprende. Tal vez toca ahora entrar en el negro márfil, dominando el espacio, cautivando a los otros colores. El cubículo chitowski es cuesta arriba, la casa es soportable por lo que tiene de taller, pero como hogar, tú sabes, es casi la guarida del ogro de la película del otro día en el Tea que a maestro Jabalí no le gustó. Jabalí del hortelano. Bueno, no me meto con él. Por la cuenta que me tiene. Hombre elegante, aguerrido, y yo en las antípodas. Yo animal chismoso y machista. Lo de chismoso lo entiendo. La prosa nace en las criticonas de los pueblos, en los chaplones de las casas, de las cocinas, de los patios. Y la poesía --que en buena ley es la lengua en estado puro-- nace en las iglesias y en las tabernas. Mi teoría es que el santo de una determinada iglesia y el nombre de una taberna marcan la poesía de un pueblo. Y las criticonas --la narrativa es arte de mujeres-- marcan la prosa, la exageración, la mentira, la injuria, la luna negra... La poesía es mística aunque diga malas palabras y la prosa es profanación de lo sagrado, aunque esté llena de palabras elegantes y bonitas. Por eso son importantes las novelas y cuentos, teóricamente prosa, que son poesía en estado puro. En estas afortunadas islas lo han logrado, que yo sepa, Isaac de Vega, Agustín Espinosa, Antonio Bermejo, Pancho Guerra y poco más, y en el presente, que yo sepa, Juan Royo con su novela improvisada y JRamallo con las cucarachas con chanel. Obra sagrada en la historia de este pueblo, mal que nos pese.

La fiesta órfica dionisiaca alma Soy un animal  Equipo Para ha generado nueva corriente a las coplas de Juan Cabrón. A la obra le faltaba la daga afilada y untada con veneno de víbora del verso de Chéspir. Ya sabes que lo tengo en casa. Habla más con el gato que conmigo. Al machanguito que me trajo Juan Royo de Londres no le hago mucho caso. Al gato Lucas no tengo otro remedio que hacerle caso. Y me he fijado que su maullido tiene el sonido del dramaturgo inglés.
Las clases con Tacoronte bien. Pocas pero bien. Me he dado orden a mí mismo de ser disciplinado y discípulo sobrio. Espero que me dure la voluntad de hacerme caso.
En pintura, aunque en versión sombría, sigo la estela de quien me tiene encerrado en la mazmorra del olvido
Y tú? Kómo ba eza bida?

Chito

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