miércoles, 17 de febrero de 2016

Mientras gira la rueda

Pepe
Ayer cuando te dejé cogí el tranvía, destino Cruz del Señor. Patria del Jabalí y de mi primera novia. En subiendo a pie por el parque de Las Indias, me invadió una insidiosa tristeza, un miedo atroz. Pensé en toda mi vida como un rosario de errores, equivocaciones, algunas muy graves. El daño que le hice a las mujeres que amé, mi madre la primera, fueron un peso insoportable. Más calmado llegué al Girasol. Más calmado. Arehucas no es Aldea, pero tiene su tonalidad. Me puse en la puerta, de cara al lateral del campo de fútbol, donde unas plantas de hojas grandes me parecieron un cónclave de lo que hemos pintado últimamente, una reunión de gente, hablando alegre, riéndose de la vida y sus virajes. Joder, me hubiera gustado ir con ellos y saber lo que estaban hablando.


De noche en casa tuve dos sueños. Uno era que terminaba la puta gigoló, la terminaba y era buena la novela. Lo conseguía gracias a un desconocido, y la cosa sucedía en la casa de San Andrés. No me acuerdo más del sueño hasta aquí. Siguió que mi madre me decía que dejara la pintura porque el pintor era mi cuñado. Joder, yo que creí que ya tenía superado ese enigma que he arrastrado toda la vida, desde la puta pelea, que en vez de enseñarme a ser más hombre me enseñó a ser más cobarde. 


El sueño siguió en que mi madre me echaba de la casa y que yo me iba, cabreado. Pero volví para decirle a mi padre que él era un imbécil, el más imbécil de todos, y a mi madre que mi cuñado era un calígrafo, un calígrafo nada más. Mientras cerraba la puerta para irme, oí a mi madre decirle a mi padre: Jesús, no hagas eso. Mi padre subía a la azotea y mi madre creía que se iba a suicidar. A suicidar ni asomo. Estaba cabreado como un chino. Su imagen en la azotea, tirándome mis cosas, cilindros de cartón y rollos de tela, su rostro, me pareció el retrato, tal como está ahora, del escritor Ignacio Gaspar. En el sueño también estaban mis hijas, y con el rollo de tela me dije a dónde voy yo con esta carga, y lo dejé rodar cuesta abajo, desenvolviéndose como un papel higiénico en un antiguo anuncio con un gato, o no sé si era un perrito.
Por la mañana cuando bajé y vi lo cuadros que tengo en casa, no les vi mejor destino que quemarlos. 


La novela la he estado trabajando siguiendo una enseñanza clave en lo que nos dijo Nguyen. A mí concretamente, me dijo que en esa novela yo aprovechaba mi destreza para machacar a las mujeres.  Me he puesto a revisarla y no es así, pero algo sí tiene que es así.
Todo se cae, es herrumbre...


Debería alegrarme. Estamos logrando lo que no sé si este mundo apreciará, pero te aseguro que Dios sí lo aprecia. Y el Diablo también. Somos Pepe y Chito en la tierra de los demonios.


Chito: A
Pepe: B
Nguyen: C

C enseña a A

A enseña a B.

B enseña a C.

Mientras gira la Rueda, el agua no se estanca.

B supera a A

C supera a B

A supera a C

El Tigre tiene que cazar al Gallo.
El Gallo debe cazar a la Serpiente
La Serpiente debe cazar al Tigre.

El arma de cacería es la obediencia. Quien antes era maestro ahora es discípulo. La dialéctica no se resuelve nunca. El punto de fuga va de un lado a otro, como el Infinito.

El Tigre debe buscar al Gallo.

Esto es lo que me dice el instinto. Y la única intiligencia  que tengo me dice que no sé si el instinto me vale para algo, o mejor lo dejo en este borrador. Como tú lo veas, Pepe.
Si lo públicas ponle imágenes. De la totalidad del mundo. Con sonrisa y sin sonrisa.
Un beso, viejo.

Chito

2 comentarios:

Jesús Castellano dijo...

Pepe:
Anoche seguí dándole vueltas a la dialéctica Maestro/Discípulo. Dejé las anotaciones en casa. Esta vez entré en varias alegorías, la principal el movimiento del péndulo (péndulo de los antiguos relojes), con tres puntos clave: A, B, C. Inteligencia, Instinto e Intuición. Concluía que la Intuición es el puente que une la Inteligencia y el Instinto. Otra alegoría era la delantera del Barcelona... pero bueno, si no lo digo por pasos, va a parecer que estoy hablando en chino. En otro momento, diosmediante.
Ayer fui a ver la película La novia. No me gustó. Salvo partes muy buenas que justifican el gasto. Entre ellas, las escenas de dos canciones. La tarara, cantada por la protagonista, y la canción de origen sefardí que dice "No lo llames cabello, llámalo hilos de labrar". Uno de los más preciosos poemas que se han escrito en la historia del mundo (lástima que la escena terminó destrozando el poema con un modus esteticién que también destrozó casi todo el resto de la película. Una mendiga bruja, clave en la historia, tenía la dentadura más perfecta y más blanca de la de reford.
El actor canario bien, en su papel de macho cabrío enamorado, y muy buena la que hacía de su mujer legítima.
La protagonista en las escenas calientes muy bien, envolvente. En otras escenas, no te la crees ni desnuda. Bueno, desnuda sí. Qué cuerpo.
Sin embargo, a pesar del maltrato, me solidaricé de nuevo con Lorca. Lo sentí como un gran poeta. Quizá por la ausencia de adjetivos, no sé.
Bueno, parece que se pone bien la cosa hoy en la casa del Para.
Si cuadra, bajo.

Jesús Castellano dijo...

Pepe:
Anoche cuando seguía desarrollando la ecuación A B C llamó Ramón al móvil y me dijo que había estado explicando a Kant a una chiquilla, y me contó a Kant y resulta que era lo mismo en lo que yo estaba enfrascado en ese momento. El amigo Herar bajó a La Maldad y fuimos a la tasca de la mora sin dientes verdes, al contrario, guapísima y bellísima, tienes que verla, y oírla, y de mí piensa que soy un valiente y que una noche la voy a coger por la cintura y la voy a llevar volando a mi casa. No sucederá. Prefiero que siga sintiéndome valiente. En fin, Ramón me explicó con más detalles los fundamentos de Kant. Me alegré. Esta vez no iba a pasar como cuando a las doce años descubrí el teorema de Pitágoras. Fui contento a clase por la mañana y se lo mostré a la señorita Mercedes. Se burló de mí. Pero gracias a ella, y a mi amigo Ramón Pineda,
mi instinto se llenó de ecuaciones, no memorizadas, sino comprendidas. Hasta que cambié de colegio y el nuevo profesor... Bueno, historias para cansar a los desocupados. Paso a ponerte aquí los razonamientos de anoche hasta que me llamó Ramón.

Pepe es A.

Nguyen es B

Chito es C.

A predomina la Inteligencia.

B predomina la Intuición.

C predomina el Instinto

Alegorías.
1. Intuición es el puente que une dos zonas opuestas: Instinto (no marcado por la razón) e Inteligencia (marcado por la razón),

2 Inteligencia e Instinto marcarían (líneas oblicuas) los dos puntos más elevados en el movimiento del péndulo (péndulo de reloj), e Intuición marcaría el punto más cercano a la tierra, cuando el péndulo está en vertical con el clavo que lo sostiene al mecanismo.
En número de veces, el paso del péndulo por este punto es cada vez más superior a las veces que está en los otros dos puntos.

La Intuición alimenta a la Inteligencia con el Instinto, y al Instinto con la Inteligencia.
Si el mecanismo funciona, la Inteligencia tiene rasgos instintivos, y el Instinto rasgos inteligentes. Al mismo tiempo, la Intuición tiene rasgos inteligentes y rasgos instintivos.

La avería o rotura de la maquinaria crea conflictos.
El Inteligente sin Instinto ni Intuición es un tarado.
El Instinto sin Intuición ni Inteligencia es un desorientado. Está a merced del mundo que lo rodea.
La Intuición sin Instinto es débil, floja. Y sin Inteligencia, es oscura, aleatoria, arbitraria.

A tiene Inteligencia e Instinto, pero le falta Intuición.

B tiene Intuición e Inteligencia, pero le falta Instinto.

C tiene Instinto e Intuición, pero le falta Inteligencia.

En un plano metafísico:

C se alimenta de la inteligencia de A y de la intuición de B.

A se alimenta de B y C.

B se alimenta de A y C.


Alegoría 3:
Delantera del Barcelona. En Messi (A) predomina la inteligencia. En Neymar (B) la intuición y en Suárez (C) el instinto

A: inteligencia fría y seca. Calculador. Superficie de la tierra.

B: intuición caliente y húmeda. Su hacer le viene del cielo.

C: Instinto sexual, caliente y seco. Se alimenta del interior de la tierra.

Dilema: Suárez esta enamorado de Neymar. Neymar está enamorado de Messi. Y Messi está enamorado de Suárez.

C es a B lo que B es a A lo que A es a C. ...

Lo que hace grande la delantera del Barcelona es que hay conjunción. No enfrentamiento. No hay rotura.
*
Bueno, Pepe. El caso es que luego viene lo mejor. Pero ya me parece larga la lección. Mañana recreo. Y multiplicación de lo poco, si Dios quiere. En otro comentario te pongo el resto.
Un abrazo, viejo Tigre.