sábado, 19 de octubre de 2019

"Cuando sea tiempo de hacer un cambio, el universo te pondrá en una situación tan incómoda"...

Aparece esto en un grupo de lectores o seguidores de Castaneda/don Juan. En aquella juventud fue una guía, tan fuerte que cada vez que olvidaba sus reglas (las de don Juan), metía la pata. Siempre que fui un seguidor de don Juan, cuando lo tenía presente en la conciencia, actué con la fortuna a mi favor. Aprendes que el modo de lograr es no desear. Saber lo que quieres y no desearlo hace necesaria una visión del mundo y de ti mismo que se sale de lo corriente. No es fácil. Pero es la mejor manera de ganar una guerra: que no te importe perderla. Saber que ganar o perder son (forma parte de) espejismos. Algo así vi la otra noche en el poema de Blake en Atico 13. Salí de la flojera física mortal, pero no de un ánimo desangelado que, da igual dónde esté, el sitio o la gente, lo único que me hace sentir es que el mundo no tiene ninguna gracia. El que no la tengo soy yo. Sólo cuando me olvido de mí mismo me mantengo a flote. Por lo demás esté dónde esté, no soy buena compañía.

Que los amigos me traten con afecto es natural. Tener pocos amigos ayuda a distinguir si son verdaderos o no. Y lo que te das cuenta es que tiene uno que responder con la misma moneda. "El penique del Pobre vale más que todo el oro en las costas de África".

Me acuerdo ahora de una película de una poeta gitana que vi en el Para. Me acuerdo del personaje que se había casado con ella por capricho, quejándose en una escena del peso de la vida (el peso que él mismo se había buscado).

Lo que no es natural es que ayer en el viaje y hoy, en la vendimia, mi cuñado se portara con una amabilidad insólita, sin pasarse ni quedarse corto, incluso ofreciéndome el vino, con un tono de respeto que me asombró. Soñé ayer que me llamaba para hacer un viaje con él y mi hermana a no sé qué sitios de Europa. Un sueño que seguramente no tuvo altercados porque ya no me acuerdo del desarrollo. (Incluso recordar los sueños me fatiga porque ya pienso que es algo que no vale la pena hacer, recordar), pero la coincidencia con la realidad sí me intriga, una intriga sin respuesta. Pues resulta que me llamó para hacer el viaje, aunque no a Europa sino a La Orotava, con mi hermana, para empezar temprano la vendimia.

El caso es que el otro día soñé con ... y dio señales, una leve señal, en facebook. Esto me recuerda que a otra --amor más antiguo-- le debo un relato. Ella me contó el suyo de estos años sin saber uno del otro. Le dije que ya le contaría el mío. Supongo que lo haré cuando salga de la lamentable situación en la que me ha puesto el "universo". Si es que... no, no creo que cuente nada. No todo pasado fue mejor.

No hay comentarios: