jueves, 20 de febrero de 2020

En el amor y la amistad es bueno tener mesura, no estar encima de la otra persona todos los días sino ir a lo importante, no a lo accesorio.

Otra cosa buena es respetar a la otra persona sin ponerte a juzgarla o a corregirla. Lo exacto agrada y la inexacto cansa.

Cuando yo escribía sucio recuerdo un poema que decía mal de una mujer que al marido le tocaba los huevos y al amante la polla. Son dos frases en planos distintos. Tocar los huevos en ese texto es una metáfora. Tocar la polla no lo es.

En la novela Barrio Chino, uno de los personajes expone una teoría, en la relación de adulterio con amante fijo. No es tanto (que también) que otro se beneficie a tu mujer

(es bueno tener mujer
que te apoye y te consuele
mas pa que otro se la pele
lo mejor es no tener. 
                           Martín Fierro)

sino que el amante sepa de ti más que tú mismo.

Puede ser, pero las hay (y los hay) que satisfacen al marido cuando es el amigo el que le aguanta la pelma a la consorte. En la literatura, basta el ejemplo de Otelo. Le agrada que el amigo de su mujer le mantenga la conversación, pero no que se la lleve al lecho. También hay casos así. Esto no lo pensé  en la novela. Ya es tarde. Ya está cerrada.



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