lunes, 6 de mayo de 2024

sabores

¿Puedes comprender la realidad?

Preguntan por ahí.

Y yo hablo de fútbol y política con Nicolás ahí en la calle. Sentado en la silla incómoda. La de Leroy Merlín no acaba de llegar. Habrá que poner una instancia. 

También me habla, vía móvil, el amigo del Sur. Me cuenta sus desventuras. Ya me sé de memoria el relato. Las tres heridas que le dejaron su paso por la cirugía, o el mosqueo que tiene con el cuervo de Las Galletas, que no cumple como cumplieron con el profeta Elías los cuervos de antaño, o el mosqueo con el cernícalo de Charco del Pino, y para más, el que tiene con el guirre de La Laguna. También hay pájaras en su relato. 

Como siempre, recuerdo muchas cosas del pasado. Esta vez abunda lo que pudo haber sido y no fue, y peor aún, lo que fue y no tenía que haber sido. Los más gratos son los de los sabores de ciertos alimentos, la primera naranja, la primera granada o las primeras zanahorias estofadas... Tiene su historia el recordar solo sabores.

También recuerdo las primeras novelas que leí. Fueron las de Samuel Beckett. Tres novelas. Cuando llegué a Malone muere, la dejé sin terminar. Me entró la superstición (tuve demasiada tercera dimensión semántica en aquella tierna juventud) de que si la acababa, el que me iba a morir era yo.

Ahora no leo. Solo la novela que me llevó Juan a la habitación 603. Una peculiar versión del cuento de La Cenicienta. Y tampoco escribo. Contemplo afuera la danza de las mariposas, en contraste con la de las abejas. Pienso en Isadora Duncan. Quién pudiera bailar.

sábado, 27 de abril de 2024

 La verdad es es que no grabo nada. Lo pienso pero luego desisto. Lo que tengo claro para qué lo quiero decir. Y de lo que tengo oscuro, no encuentro el interruptor para encender la bombilla. Lo más oscuro es la historia de los dos hermanos, el hermano tonto y la hermana lista. No entiendo cómo la hermana toma como gran ofensa que la sobrina no quiera revolver el pasado y sin embargo siente, por lo que se ve, como hazaña bélica que su hija haya robado papeles importantes a su tío carnal. Cuesta entenderlo. Lo única ventaja actual del hermano, si es que lo es, es que ahora sabe a ciencia cierta que le están haciendo la cama. Observa y calla, intentando comprender. En contrapunto, lo que tengo claro es un repertorio de poemas, vamos a decir poemas, que podrían estar en la corriente de papeles encontrados de Cucarachas con Chanel. Ejemplo, los avisos mortuorios en las cajas de tabaco. Baladas tenebrosas. 

Por afuera de casa, si no está Nicolás dándome consejos de supervivencia, suelen estar el diógenes del barrio, recogiendo colillas y filosofando con la maleza de los jardines, y el hombre al que su perrito ratonero se le escapa cada dos por tres. El pequeño teatro por detrás de los aloes floridos. El de las abejas susurrando en las flores también tiene su interés.  

domingo, 21 de abril de 2024

la escalera

 La literatura que vale la pena es la que toca la llaga del lector, dice Maestro. Pero también hay una literatura que toca el alma, y la revivifica.  El alma también ha sido mal tocada, La casa de las bellas durmientes o Saló son novelas donde el sexo es estiércol. Un estiércol que ahoga el brote de la flor. O Edipo, donde una doble hazaña, matar a un enemigo y casarse con la reina, ha sido matar al padre y preñar a la madre. En fin, que la literatura valga para lo que ella quiera.

Pepe, el grato reencuentro en horas de hospital, sin olvidar la pella de gofio que me llevó Cristian, los rosquetes laguneros que me trajo Juan o las galletas que me traía Nguyen,  me dice que siga con el blog. No sé yo. De la estancia en el centro clínico hago memoria en verso y en prosa, y recuerdo la bàscula que me bajaba de peso cada día, a las enfermeras ayudantes aliadas y a las adversas y al vecino. Cuento lo mío en mi cabeza en diez versiones diferentes, pero lo del vecino, que contiene la historia que vale ser contada si se quiere tocar realmente la llaga, procuro olvidarla. Pensar y escribir son dos actos relacionado pero separados entre sí. Es como expresar hacia otro buenos deseos en voz alta. El deseo se disipa y se pierde, pierde su fuerza, su potencia. Escribir ahora se me hace cuesta arriba. Trabajoso. Pensar no, pensar, simplemente pensar, pienso son cierta facilidad.  

Debería ir otra vez a la obra inédita. Pero como dice el enterado, no digas dónde vas a poner la escalera, porque siempre hay alguien que la cambia de sitio. 

jueves, 8 de febrero de 2024

notas

 no te demores

vete a la guerra

deja la tierra

seca de flores

siembra dolores

hambre y miseria

vete a la guerra

no te demores


Lo asusté, a Rafael, como mi padre me asustaba a mí y como su padre lo asustaba a él


En barca sin remos

voy a la deriva,

miro al cielo

la espalda tendida,

se oyen sirenas

entre las islas,

unas con penas

lloran el canto,

otras apenas

cantan su llanto.

martes, 26 de diciembre de 2023

 Cuando no hago caso a nadie

es cuando acierto

en este incierto

valle de Narayama,

Hablo si me dicen calla

y si dicen habla, callo.

Vengo si dicen vete,

duermo si me despiertan

y despierto si me duermen.


domingo, 5 de noviembre de 2023

 Hace tiempo que me pasa lo que al príncipe Genghis (el del cuento oriental de M Yourcenar) pero no quería reconocerlo. O mejor dicho, inevitable era reconocerlo pero no quise aceptarlo. A donde hubiera podido retirarme, huyendo de la compasión y prefiriendo el olvido, ya no es posible. 

Cada cual tiene su mundo. Que es el mundo de Dios, según Spinoza. Alegría da salir de ti y tristeza quedarte atrapado dentro de ti. Filosofías. La vida es más simple. Nicolás afuera fumando, contándome cómo va la guerra. Es ecuánime en sus criterios. Se le ha aflojado la pasión por los israelíes. Ahora ve las cosas desde más distancia, más perspectiva. Hamas provocó la guerra. 

--Esos pensaron que Israel iba a negociar con ellos lo de los rehenes. 

Dice. Se dice mucho. Por la intuición conocemos con certeza, según Spinoza. Para que la intuición encuentre frutos, hay que callar. El silencio es el abono de la intuición. Pero a veces esos frutos son amargos. Entonces hablamos. Lo preferimos. 

Anoche revisé un relato a medio hacer. Lo vi bien tal como está. Sin cambiar nada. Ahí salen Ramón, Juana... en aventuras que son imaginación del autor, pero ¿qué es la imaginación sino un reflejo de lo real? En aguas claras, en aguas turbias, etc. 

miércoles, 1 de noviembre de 2023

textos viejos encontrados


las coplas de Juan Cabrón


Les falta el claro tejido

de la chanson de Roland,

de Mío Cid el cantar

y de Martín Fierro

 guitarra del negro.

Dura lo que dura

carbón en el fuego

y será ceniza

que dispersa el viento.


Solo en casa. El barrio uno tras otro va cogiendo gripe. Vade retro. Berto me manda por wasap unos poemas míos que encontró revisando papeles. Los copio aquí para guardarlos en esta gaveta.


Nancy parecía la hija de un duque,

una gran mentira, que sólo la seda

cubriera su piel tan llamativa

y mi amigo Alberto Linares.


Nuestro hombre se preguntaba cómo

aún le caía bien al jefe Castellanito.

Él era justo y honesto. Ambos estaban

en lados distintos de la rueda del mundo.


--Oh Dios, oh Dios, ¿no lo sabes?

--susurró Nancy--. ¿No lo sabes?

Lo sabe todo el mundo:

a tu hermano lo mataron hace dos horas.


Dios, el monaguillo que llamaba la atención,

el que quería ser honrado, casarse,

tener hijos, estaba tan muerto

como cualquier otro sueño.


Su rostro, blanco, vacío y tranquilo

en la frialdad de la morgue.

Después las calles estaban tranquilas

y los coches patrulla hacían su ronda.


--José Luis, ¿por que no te marchas

con viento fresco por ahí?

José Luis sonrió reflexivamente

y dijo: --Adiós, la ciudad me llama

llena de penas y tragedias.

Y me sonríe con su boca oscura

y me susurra sus secretos.