viernes, 7 de octubre de 2011

Adagio

Los colores se apagan
como la vida del hombre,
como al final del día
los claros del bosque,
como ser que no siente
en su ser un nombre,
la vida se apaga,
urdimbre de sombras.
Envejecer:
la única belleza.

1 comentario:

campanilla dijo...

PRECIOSO.
Estoy encantada de que haya vuelto el Jesús poeta, ojalá que dure mucho.
Echo de menos escucharte por la radio. Cuando tú lees las poesías parecen diferentes a cuando las leo yo... jajaja.

P.D. tu Rueda gira alegremente bajo los rayos de mi Sol ardiente.