domingo, 23 de octubre de 2011

Sigo diciendo que hay cuatro narradores (dejo aparte a Ignacio Gaspar) que me rodean en este Santa Cruz de Las Colillas, ante los que me quito el preservativo si es menester. JRamallo, Marcelino Marichal, Andrés Chaves y José María Lizundia Zamalloa. Incluso el discurso político (banal y olístico cuando sólo habla de política), le da relieve al lienzo si Lizundia narra. Una maravilla su relato de la noche del casino. Donde el humor no es pegajoso, donde la ironía no chirría, donde el cuadro toma vida y movimiento. No en vano, contra viento y marea, he defendido a mi nahualt. Ese vascongado isleño aparentemente antivasconio.
En fin, paso a decirte, templado diario, como fue este día de hoy.
Despertar glorioso. Oí la voz de mi amada. Su deseo de vivir conmigo en La Maldad. Sentí piedad por su ingrato porvenir. La cartera vacía, los trámites sin hacer, la nevera con la leche caducada, los sueños trastocados, cada vez con el ánima más infantil y la vieja ánima cada día más verde. En fin, ver venir.
Encendí esto y me metí en la internet.
El lejano 1 cuenta su temporada en la cárcel. En el régimen de Franco. Lo acusaban de un crimen. En la cárcel, etarras presos querían conocerlo. Ya entonces, Lejano 1 era un peso pesado en la sociedad de Vetusta. En fin, óyelo a él:

3 comentarios:

Pancho Calero dijo...

Que grato es escuchar la voz de la amada...
En la época Franquista esas voces de las inocentes culpadas, aún suenan en mi.
Ecos lejanos, cantos de cara a un sol de in-justicia, llenan mi mente de recuerdos, paisajes inhóspitos, cabras secas, y los hijos sin nada que echarse a la boca...

Jesús Castellano dijo...

Y ecos cercanos. Muchas cabras secas también hoy, mucha gente que está gritando, que está pidiendo clemencia, a la que se les está acabando la paciencia.
No sé de qué años me hablas. Los de la posguerra fueron duros, años de hambre. Luego ya no tanto. Incluso hubo años de abundancia. Yo cuando niño, ni me daba cuenta que Franco era el malo de la historia, y cantaba el cara sol con gusto. Me gustaba esa canción. Creo que la letra es de un poeta, un auténtico poeta: Agustín Foxá.
En fin, que regrese Flor de Loto o encontremos otras puertas de jade. Palante.

el escritor escondido dijo...

Completamente de acuerdo con Andrés y Jose Mª, a los otros dos no he tenido el placer de leerlos, todavía.