lunes, 11 de noviembre de 2013

Ahora sí, ahora se puso el cursor en la pantalla. Este mausoleo suburbial, pero la línea se esconde a la izquierda. Estoy yo bueno. Juan Royo asiente que me ve en la MAC, en la presentación del libro G21 de Eduardo Delgado Montelongo. Se quedó haciendo la compra en el supermercado. Me enteré porque lo llamé y me dijo que estaba haciendo la compra en el supermercado. Añoranza de la amistad canaria liberal masónica mausoleo de ególatras de tergal? No sé, no sé lo que está pasando. En fin, aquí cerca del Ayuntamiento de S/C (ojalá se le congelen las ideas al vicealcalde Martín, las ideas y los cataplines) parece que esto funciona. No bien del todo, pero me las puedo arreglar.
¿De qué quería escribir? De los cruces de onda entre la novela de Eduardo en formato o género diario y la novela formato novela de Isaac de Vega El cafetín.
La novela de Isaac en un periplo onírico, en estilo realista, por unas callejas de una ciudad innominada. La ambientación parece la antesala de la muerte. Lo que sucede en un lado, en El cafetín, podría suceder en el otro, en Cuaderno afortunado, obra realista sin sueños. Sueños hay, las malas noches que pasa el rufián --también David, de la novela de Isaac es un rufián que roba, roba pero no folla. El rufián de Eduardo Montelongo si folla. Cobijeos decrépitos, en los que acaba más triste que otra cosa. La sexualidad de la novela la anuncia una parlamentaria y tiene su primer acto siete días con una alemana en una playa y el marido mirando. David busca a una mujer que lo acoja. Al final se le va, como se le va al rufián de Eduardo una en La Palma. David no sabe si es viejo o joven. Si ha muerto viejo o joven. El protagonista narrador de Eduardo Montelongo es joven, como el autor. No necesita mirarse en ningún espejo para saberlo. En las dos obras, los personajes respectivos se hacen las mismas preguntas. ¿Qué hago yo aquí? ¿quién soy? La obra de Isaac es densa y triste. Ya lo decía Antonio Bermejo: "Isaac no tiene humor, no conoce el humor.
Eduardo si lo conoce, y lo maneja muy bien. Nos hace falta. La ficción narrativa de humor en Tenerife escasea, por lo menos a un nivel importante de construcción. La´Palmas nos lleva ventaja. Cuenta con República bananera y (mierda, no hay manera de quitar la cursiva)  los cuentos de Pancho Guerra.
En (ya la quité) el plan (logia La Maldad de Zo.0) sobre Santa Cruz Ficción: el inicio está en la novela de Zamora "Milagros de Cuba" (pongo comillas, al carajo la cursiva). Ahora sí que Ramón Herar está buzeando a fondo en esa novela. Encontrará tesoros, estoy seguro. El personaje central es Cabeza de Perro (también lo nombra "Cuaderno afortunado"). La novela de Zamora es trasunto del planeta Saturno en la constelación Historia Ficción de S/C. ("¿puta tu hermana, puta tu abuela o tu puta madre": esto es otra cosa, un chiste que me contó antes Marcelino, estoy en su casa, crca del Ayuntamiento, donde Ignacio González manda jardineros a La Maldad, bien hecho, si no les da por los fitosanitarios, que creo que sí, La Maldad está infestada de mosquitos).
Obras de Juan Royo, Roberto Cabrera, Marcelino Marichal y otros autores más viejos y más jóvenes ocupan otros planetas y satélites. El lugar del Sol lo tiene "Cucarachas con Chanel" y el de la Tierra "Ensalada de canónigos". El de la Luna, "Crimen".
En la construcción de HF.S/C. llegan recientemente "La casa de las flores rotas" y "Un camino a través del infierno",
Por supuesto, el libro viaje de Eduardo Montelongo. Vale la pena. Me he ido metiendo en él y me olvido de mí mismo. Me convierto en ese pequeño rufián que hace un viaje por las siete islas.
"El cafetín" es otro viaje. Hay que contarlo con más calma.

No puedo ver sino una parte del texto. si hay erratas, al carajo. Aplica el conocimiento cabalístico.
Marcelino tiene Aldea. El doctor me lo prohibió, pero todavía no he bebido nada. Nada de nada. La cerveza la corté radical. Joder, la vejez. La sabiduría de los ciejos (errata por viejos).

4 comentarios:

Jesús Castellano dijo...

--coño, no contaste el pedo que me tiré --dijo Marichal.
Sí, estruendoso, pero no olió mal. Pedo de marinero.

Eduardo Delgado Montelongo dijo...

Homéricas tus luchas contra la informática!
Imposible conseguir "Sor Milagros o Secretos de Cuba" de Aurelio Pérez Zamora, ni por internet ni por las librerías de Madrid.
Le debo una lectura a los fetasianos.
Necesito un libro tuyo, solo dime, cual me recomiendas?
mi blog: eduardodelgadomontelongo.blogspot.com
Un abrazo

Jesús Castellano dijo...

Gracias, Eduardo. Te dejaré "El negro", que fue la primera novela que publiqué y me quedan algunos ejemplares. Te pasaré uno, leeré tu blog. Me interesan los libros aquellos para turistas aburridos. ¿Puede ir ese equipo a la radio?
Leeré tu blog.

Eduardo Delgado Montelongo dijo...

Yo creo que sí se animarían a ir a la radio, uno de ellos es mi primo, le dejo el mail de Juan o el tuyo y se hablan entre ustedes, ok?