miércoles, 19 de marzo de 2014

en Puerto Marte con Sasha Grey


 Ya volví, señora
a oír
bajo las tejas
el latir
verde
de vuestros ojos.



No me gustan las citas a ciegas, les tengo miedo. Por eso me atraen. No me gustan pero me atraen. ¿A quién le gusta caerse?, pero la atración es inevitable. 
Digo que no me gustan porque la otra persona se confunde conmigo. Toma al hombre por el escritor. Y no es así. El autor tiene un estilo y el humano otro. Yo, con perdón, tengo etapas de Sancho Panza y temporadas de Don Quijote. Lo malo es que cuando escribo como un panza, en la realidad soy un quijote. No me pongo de acuerdo conmigo mismo. 
No quería ir. Fui. La cita fue con Sasha Grey.
Bien, me gustaba leerla, y quería que me comportase como un caballero. Leer sí, Tocar no. Perfecto. Transito una época quijotesca.
Su novela La sociedad Juliette comparte estilo con Agosta escribe. Beben de una misma fuente: Los cientos un últimos días de Sodoma (novela de Sade y película de Passolini). De hecho, Agosta es, en Sade, Juliette. Cristina, la protagonista y narradora de la novela de Sasha Grey, es en cambio como Justine hasta donde voy leyendo.
--Yo soy como Belle de Jour, la de Buñuel, ese nombre tan ridículo que sólo es bonito en francés. 
Sasha me lo enseña todo. Ver y no tocar. Lo que quiere de mí es que sea su maestro. Y ella mi discípula. Le gusta imaginar que su maestro la cobija, sólo imaginarlo.
La mujer que necesito.
Conoció a Marcelino.
Las aventuras de la chica de La Sociedad Juliette comparten acordes con Retrato de Marlou Diesel. Quiso conocerlo, al autor. En persona. No opongo resistencia. No estoy pagando donde estoy cagando.

CELOS NO.
PETRÓLEO SÍ. 

La llave del éxito.

Es curioso. Anteriomente  mi amiga Sita me había hablado de los Iluminati.
--Está la reina Sofía de España...
 Pensé entonces que si me metía en una orden sería la de los Cagati (que no sé si existe), yo sé por qué. La respuesta en Abril, "el mes más cruel", en Las Palmas.
Las Palmas, animales, nos aguarda. 

No hay comentarios: