martes, 15 de julio de 2014

... "la familia de los teólogos busca de una obra, aquí y allá, cuatro o cinco textos, y si es necesario, forzando su sentido, los acomodan para su propia utilidad, importándoles poco que con lo que precede o lo que sigue no haya ninguna relación o incluso haya contradicción. Y hacen esto con tan insigne desvergüenza , que los teólogos excitan muchas veces la envida de los jurisconsultos".

Parece que Erasmo de Rotterdam está citando a don Nítido. El catalina. 
Dejé de estudiar en la Universidad cuando la Pepa (esposa de Alarcos Llorach, quien decía que Chomsky era poco menos que un bobo vestido de limpio) me dejó mudo, in albis, con un lenguaje críptico. Me fui no porque no entendiese lo que me decía, sino cómo. Un discurso que no comunicaba otra cosa que Chico, estamos en Oviedo y aquí Ramón Trujillo no significa nada. Seguí leyendo por gusto a Saussure, Hemslev, Coseriú, Martiné, etc. (corrige la ortografía). Ya hace tiempo que dejé esas lecturas y, como me pasó con las matematicas, he ido olvidando muchas cosas. Lo mismo me pasa con la ortografía académica e incluso normal, no las controlo, ya no. El saber ocupa lugar, y mi lugar de sapiencia es más un chozo que un castillo. Pero algunas cosas recuerdo. Ya desde Saussure los lingüistas establecen la diferencia entre habla y lengua. La lengua es el sistema abstracto del lenguaje, y el habla, sujeta al sistema, rige la norma, la realización concreta. Cuando oigo a don Nítido hablar de "habla" y "lenguaje" (sic), me acuerdo de un personaje del cuento "El ruiseñor". El hombre oye croar a una rana y dice: Pos sí, canta muy bien el ruiseñor.
Así es don Nítido. Ignorante --cuando lo es-- que se la cuela doblada a los que ignoran de lo que está hablando. Mejor Victor Roncero, que cuando explicaba la filosofía del autor de Zaratustra hablaba con propiedad pero al revés. En vez de ponerle la máscara se la quitaba. Donde el alemán decía que había que vestirse, Victor decía que había que desnudarse. Maravilloso. 
Y no me extiendo más porque uno también ha caído en la petulancia de oir campanas y hablar de Mozart. Además estoy harto de cerrarme puertas por no aplaudir cuando lo manda el cartel (o el cártel) y abuchear cuando igualmente. Además, es valioso el personaje. Es de la categoría de Cantinflas. Cantinflas tenía gracia porque porque decía sabiduría como si fuese reburujina. Este nítido la tiene porque habla reburujones como si fuese sabiduría. Bobo mártir. Monumento merece.

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