lunes, 14 de julio de 2014

El gato Lucas le tiene fobia a los gatos. Me contó la dueña que cuando ve otro gato, se engrifa.Yo no lo he visto todavía pasar del bálsamo al veneno. Lucas no ha visto todavía a la gata negra de afuera, preñada, ni al gato pardo, el preñador. Por ahora es un ser apacible, serio pero buen humorado. Curioso pero no invasor. Su dueña tuvo sus temores. Meditó profundo si dejármelo en pensión. Mi mala fama. Peor que la buena fama. Ambas están hartas de irrealidad. Infamias o adulaciones que no vienen a cuento. Si fuese como mi bisabuelo de Candelaria, ya los hubiese convertido a todos, aduladores y lengua trapos en... ¿en qué? ¿En qué los podría convertir para que no siguieran jodiendo? En fin, que les vaya bien. Yo bien también, a Dios gracias. Y ahora con inquilino. Y con ganas de mandar a casi todo el resto del mundo a tomar por saco.
Que se os pudra el alma, hijos e hijas de puta. 

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