miércoles, 3 de agosto de 2022

XXI

 Ni idea de que Melitón sabía cantar y tocar la guitarra. Lo hizo cuando subió a un escenario que habían montado en la plaza de la iglesia para celebrar la fiesta de San Andrés.

... iluminando a Dios

con la vela del Diablo...


Todo el pueblo sorprendido porque ni imaginar que Melitón supiese cantar y tocar la guitarra. Nadie entendía la letra pero todo el mundo abobado, escuchando. La voz de Melitón hablaba con las cuerdas de la guitarra. Siguió.

... que hay voces que atraen

y hay voces que espantan...


Dios, de los ojos de Melitón manaban focos de luz que se clavaban en la oscuridad de los míos. Esa sacudida de luz me entró por los poros y la sentí en la polla, y de la polla pasar a la cabeza, y de la cabeza pasar al corazón. No era una luz enemiga. No había en ella ni venganza ni reproche. Al contrario. Siguió.


... en la grieta que se abre

el néctar de los olvidos...


Nadie entendía la letra pero qué bien cantaba y qué bien tocaba. Era como si se fundiesen en una las cuerdas vocales y las de la guitarra. Yo si entendía la letra. Con los ojos, con el ombligo, con el ojo del culo, con las ventanas de la nariz, con los oídos y con la boca abierta. El gentío en la plaza no pudo contener la emoción y rompió en aplausos, alegremente rabiosos. Melitón Melitón y nadie más. Gritaban. El misticismo de la luz se me fue y bajé del éxtasis, puse los pies en el suelo..   




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