Ninguna de las variantes sexuales está exenta de peligros. Lo que se predica como un bien trae en la cola su mal. Lo mejor es no hacer nada ni atacar a nadie. Quien no ataca, tampoco defiende, porque quien defiende está pidiendo se atacado. Pero ¿quién no tiene algo que defender? La misma naturaleza lo impone. Tienes que defenderte del hambre, del calor, del frío. Y en la vida social, a veces tienes que defenderte más de quien te quiere que de quien te odia. Quien te quiere te transforma, te hace a su imagen y semejanza. Si no respondes a sus expectativas, prepárate para el desprecio o el reproche.
Lo de sexualidad iba por la homosexualidad. Es un asunto que toca un nota en Vertical. Un contrapunto en la generalidad de la novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario