lunes, 24 de mayo de 2010

fue el miércoles pasado

El sereno refrescaba la noche. Hora de salir a descansar la mente y lo demás.
--Padre, voy a dar una vuelta.
--En la televisión no hay un programa que valga la pena, no echan sino mierda.
Curiosamente, en un bolsillo portaba una publicación que me regaló Ramón, editada en Nueva York, estampas iluminadas con la mierda como motivo constante, acompañada cada una por una flor simbólica. Buen detalle de Ramón. No tiene desperdicios.
--A ver si me sacas ya --me exige Thor.
--No me des la lata ahora. Luego cuando vuelva te saco --le dije al perro.
El animal dio la vuelta, gruñó algo que no entendí y regresó a su echadero en la azotea. Afuera en la calle, una brisa alentadora. Me cruzo con Rati.
--... Allí abajo hay unas cuantas que lo mismo le dan a la carne que al pescado, lo mismo a los machos que se besan entre ellas... parecen perras salidas... ay, lo que hay que ver... y no paran de beber...
Dos que se cruzan, una da las novedades y el otro se aleja. Hacia La Torre, y luego calle La Cruz. El verde de la cruz que le da nombre a la calle, de pronto dejó de existir. Luce este día con una pintura que tiende al gris.
--Es para que haga juego con el suelo de la calle... --me informó una mujer.
Gruñí algo que no entiendo y seguí de largo. El Monterrey está animado, con amigos y conocidos. Pero el tiempo de besuqueos parece que ya se acabó. Junto a la máquina cliper, de espaldas a la ventana, Beba y Fidelia en disputada charla con Orlando, frente a su portátil blanco crema. El bar es zona wifi. Vi a Chani en la zona de los grifos de las cañas de sifón, agua y cerveza.
--¿De dónde sacaste al gallego ese de ayer?... --rugió--. Me dieron ganas de decirle... ¿No dijo que él podía ser más independentista que nosotros, porque Galicia tiene un idioma propio? ... ¡y qué! ¡Nosotros teníamos un idioma y nos lo quitaron!... Todos los godos son igual... No le dije nada porque estabás tú...
En la tele del bar, Sevilla-Atlético Madrid. El Sevilla metió un gol.
--Joder, los del Sevilla son todos negros. Perece un equipo africano... --dije.
--Muchacho, ¿no te das cuenta que llevan medias negras? Son las medias...
Así y todo, se nota la negritud en el Sevilla. Eso me animó.
--Charlín es un buen escritor, un escritor con madera de castaño, eso es lo que a mí me interesa, lo demás no importa.
En ese momento entró uno con una guitarra. No sé si tenía ideas políticas, pero como músico estaba en las antípodas del arte.
--¡A ver, Orlando, ¿me copias! --vociferó Chani, y Fidelia se acercó a nosotros.
--Lo tuyo es una porquería de libro --me informó--. Y todavía no me has invitado a una copa.
--Otro día, otra noche.
--Cuando lo hagas, a lo mejor cambio de opinión, ja ja ja...
Recordé la película Cabaret... y que Thor me estaba esperando.

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