sábado, 14 de abril de 2012

eNSALADA LÍQUIDA

Viernes 13 es uno de los títulos de la Etiqueta Negra (de la tristemente desaparecida editorial Júcar) que corregí durante un tiempo de mi estadía por el norte de España.
La novela que mi médico de cabeza me receta que escriba (DESTINO INTERCAMBIADOR) transcurre en un día de tiempo viernes 13 (13 de abril --el mes más cruel-- de 2012, es decir, ayer) en Santa Cruz de Tenerife, ciudad e isla escogida. Anoto todo lo que recuerdo de lo que fui testigo y personaje en este día. Llamada de Ramón a mediamañana, comida con Cl en nuestra mesa de la calle Nokia, acontecimientos de puntos suspensivos en el bar de Ibrahim, y de la Maldad a Santa Cruz nuevamente por la tarde. Encuentro con Alejandro, con un bolso negro portando perfumadas cucarachas. Plática de Anghel en el Ateneo Miraflores (nombre suficiente para recordar viejos tiempos de una calle que fue y algo queda), con una errata: Candelaria Quintero no es de la generación de Ezequiel Pérez Plasencia, Ignacio Gaspar o Roberto Cabrera (nacidos en los cincuenta) sino a G21 o de los afortunados nacidos a partir de 1960.
Cuatro lugares púbicos posteriores. 1) el bar que está por debajo del Ateneo (personaje principal: Juan Royo, con su novela El fulgor del barranco reanimada por El Escobillón de Eduardo..., a la que Gl llamaba "el furor. Esta novela me dejó con una frustración tremenda; otro hubiera sido el destino del personaje del moro si la señora cristiana devota hubiese seguido los pasos de madame Bovary, una bobary de preguerra y con final dichoso: el marroquí y la señora católica huyendo de la quema con el dinero del marido de la dama).  2) uno de los  bares enfrente del Guimerá. 3) El Generador, con dos episodios notables, arriba en el salón de los actos y abajo en la barra, y 4 en la barra de Los Reunidos. y luego tranvía, Cruz del Señor y penúltima parada en La Maldad. La protagonista le dice al personaje principal (no Juan Royo, que sólo ocupa un primer plano en los capítulos tres, seis y nueve; ni Dr R, bien visible en los capítulos ocho y doce, ni Ramón, ni Lizundia, ni Víctor, ni etc de todos los actores. En fin, tomo notas. A cual más preciosa, a cual más necesaria. La clave se la debo a Gl, a la que quiero más de los que ella sospecha, aunque ella hace bien en no querer demasiado a un tipo como yo, con DESTINO INTERCAMBIADOR) una palabra clave: Antecedentes.
Así titulo estas piezas de abajo, que encontré el otro día en La Mancha, procedentes de papeles que han viajado en el tiempo y el espacio.

ANTECEDENTES

Sombra en la esquina de la ley

Se gastaba el dinero
en los cigarrillos
que fumaba sin parar
y en los mil cafés
que bebía en la horas
de trabajo.
Y si algo sobraba,
caía alguna puta,
alguien con quien hablar
del fracaso con su mujer.

***

Síndrome de Job

Deseé que el coño de mi madre
me hubiera despeñado muerto
sobre la palangana de la partera.

***

¿es suyo este jardín?

Había algo extraño en desnudar a aquella mujer
que irradiaba calor como una bombilla de 60 vatios,
con la tierra y el cielo convertidos en gas oscuro.
Atrapados los dos. Como niños que confían
en que si no miran las paredes de la noche,
nada escapará de ellas para devorarlos.

***

Escribo cuando necesito acallar
la infamia, la muerte de las flores,
y no sé si pido la misericordia de la Virgen
o jugar al dominó con los demonios.

Todo se vacía y vuelve a llenar
y alguien canta en los sótanos
de un calabozo

ya nadie nos defiende del idioma
de la ciudad.

***

Molesta y comienza a cansarme
la memoria,
la arrastro por los surcos secos de los años
sin sitio donde darle
humana sepultura.

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Y hasta aquí esos restos, que tienen su origen en las correcciones de aquellos libros de Júcar (novelistas y antropólogos mayormente) que me hicieron salir de los torbellinos del surrealismo canario y adentrarme en el realismo, sobre todo el realismo español, el más inquietante de todos los que conozco. Incluso más que el ruso y el americano del siglo pasado).

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