miércoles, 2 de mayo de 2012

Viaje a La Palma (II. Mujer palmera).

--Odio La Palma. Ni muerto quiero vivir allí --dijo rotundo Miguel la otra noche en Los Reunidos (calle Nokia). Allí dentro los hermanos judíos, Miguel y G.
El hermano Roncero, después de pedirme su espacio vital, me ofreció amistad sincera. Es de afgradecer. sabio que ha leído el Fausto completo. "No se le puede quitar ni una frase". Exacto. Fausto vendió su alma por una noche con Margarita. Romanticismo caduco. La dama de estos tiempos es una puta a la que pagas o te paga. Una mujer de mundo que ya ni pide perdón por su falta, porque su falta es una virtud y de esto sabe Charlín, de quién también hablamos en Los Reunidos. De escritores colindantes, el hermano Lizundia y ego nos interesamos por JRamallo, José Rivero Vivas, Charlín y Mr Cuervo. (Con cuervos acabó la peli de Fausto el otro día en el TEA. Los pájaros negros, inquietantes, por presuntuosos, acompañando a un perdido Fausto por los pedos del Universo.) También hablamos del Golem.
--¡Un machango! --clama Víctor Roncero, de quien Benijo (uno que conozco de oídas) dice que es la carta número no sé qué del Tarot de Marsella.
Yo me asombro. El Golem no era un machango judío. Machango es lo que tenemos en el barrio de La Maldad, donde la soledad canta un tango y la compañía un pasodoble. Como decía mi padre. La vida es un tango y la muerte un pasodoble. Y el Golem un ídolo judío, de piedra, al que dieron vida para defenderse el ghetto del enemigo, y el ídolo de piedra se volvió contra su propio pueblo. Como Moíses cuando bajó del Sinaí.
Pero me estoy yendo por las ramas con la otra noche con Lizundia, Roncero, Miguel y G. La Palma es el tema.
Subí al avión en Los Rodeos porque no había oído a un tertulanio de tev canaria, cara de cochino negro, informando de que los aviones de Bínter están sufriendo fallos en los motores. La señora Quesada me quitó el miedo a volar. En el servicio de compañía de la Academia Chistoski, Josefina Quesada en una joya, un diamante tallado por Spinoza y vale más que todo el oro del mundo. La Academia es feliz cuando piden sus servicios damas como la señora Quesada. Mujer de belleza singular. Gracias a Dios no es palmera (escribiría si esto escribiese Miguel). Las mujeres palmeras. que hace miles de años conocí, poseían la gracia y la belleza (JRamallo y José Rivero Vivas, en el ideario crítico de José María Lizundia) por una parte, y la otra parte que poseen es el dominio del menester de la mentira y la infidelidad (Charlín y Mr Cuervo, de acuerdo con el ideario Lizundia-Chistosky).
Carmen estaba separada del marido y tenía un novio que se fue a la mili. Carmen me acogía en su cama antes de amanecer, y amanecía acurrucado a su delicioso ser. También me llevaba bien con el novio. El hombre me solicitó que la cuidara cuando embarcó a Las Palmas rumbo a un cuartel. No la pude cuidar. Arrimó a su costado a un camarero sevillano.
Otra mujer palmera de mis doce años de edad fue Valleflorido (la llamo así porque vivía en Valleseco). Hermosura tan grande no he vuelto a ver nunca. Engañaba al marido en un cuarto de la casa del colegio ¿?. Una vez el cornudo no la pilló con las manos en la masa gracia a mi labor de alcahuete. Lo despisté y lo hice caminar en sentido contrario. Yo era un niño espabilado, no sé por qué soy tan tonto ahora que soy ya joven. Valleflorido me lo agradeció, y yo le agradecí conocer las escaleras del poblado de Valleseco, lugar donde se desarrolla "Okey" (un cuento de Marcelino Marichal en su ópera prima: Fuego de Siempre), donde retrata a bañistas de entonces, Miguel entre ellos.
Otra fue hija de La Palma fue Luz. Pero Luz es una historia más larga, más larga que el viaje en avión. A los veinte minutos el artefacto dejó por arriba un espumarajo de nubes y aterrizó en el extraño (grande y poco poblado) aeropuerto de la isla que odió Miguel en Los Reunidos. (Hoy en el periódico salió Puerto Naos, en el municipio de Los Llanos, al otro lado del barranco de Las Angustias.)
Paramos en Santa Cruz, donde Josefina resolvió el inicio de su negocio en la isla, y viajamos hasta llegar a Puerto Naos, después de hacer paradas estratégicas en Mazo y Las Breñas. Allí almorzamos antes de subir a Los Llanos.

No hay comentarios: