viernes, 4 de mayo de 2012

Viaje a La Palma (III)

En Calle Real, de Santa cruz de La Palma, todo bien puesto, con gusto, con estética limpia, vi a Carmn Martín, acompañada. Suerte para el otro. No pude hablar con ella como hubiese querido. Me presentó al individuo y tomamos un café. En una plaza con músicos de bronce. Sé que La Palma es muy dada al ministerio de la música. El acompañante de Carmen parecióme buena persona. Ella estaba en la isla hacha de sílex en misión de trabajo. Tiene que visitar gente, cada una con su historia, con su cruz a cuesta. La ví muy bien, muy guapa, acompasada.
Con pena me despido. Hablar con Carmen Martín es una suerte que no tengo todos los días. La coincidencia de encontrarla en las afueras de su ámbito habitual de acción, supongo que debe de tener algo mágico. Cuando el otro se levantó a pagar, le cuento que estuve con G hablando della días atrás. La dejo con la curiosidad. Como buen novelista, soy cotilla. Me gusta saber y contar. No sé si por ese orden.
En fin, había quedado con Josefina Quesada a una hora, y la puntualidad es la cortesía de Chitoski. Le di dos besos a Carmen, la mano al individuo y me despedí.

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