salvo el conflicto en oriente medio, donde no se quiso entrar, la plática durante el almuerzo en la casa del vino fue fluida. El conflicto es menor en el Sur, en Los Cristianos, en los encuentros, organizados por Sita Sánchez, en El Escondite. Hablo con uno de sus colaboradores y termina la conversación hablándome de no plantar flores en tierra de pendejos. Así está el mundo. Mi mundo, sin embargo, está más limitado de conflicto. No he soportado más daños que los que yo he permitido, y no he hecho más daño que el que he podido. En mi caso, la balanza que pesa el mal y el bien está equilibrada.
Leo una cita de Dylan Thomas, y copio aquí cambiando solo una palabra: ¿Cuál es mi definición de mujer? Yo solo conozco mujer por placer. Conozco solo las mujeres que me gustan. Esto significa, naturalmente, que tengo que conocer una cantidad de mujeres que no me gustan antes de encontrar las que me gustan pero cuando las encuentro lo único que puedo decir es ¡la encontré! ... ¿Qué importa lo que la mujer sea? ... La alegría y la función de la mujer es, y ha sido, la alabanza del hombre que es también la alabanza de Dios.
Veo documentales sobre Maximiliano y Carlota. El emperador de México está en Vertical, fluido de Bajo el Volcán. El Cónsul inglés no puede amar. Por cuestiones físicas. Toda la parafernalia metafísica en la novela de Lowry es cortina de humo. y de Maximiliano se dice que era homosexual. Maricón en una tierra de machos. Se dice que Carlota nunca fue consumada en el lecho por su marido. Su cartas europeas, en su declive emocional, son delirantes. Me acuerdo de una en que dice que la flagelen hasta hacerla sangrar y que le quiten de encima lo que le queda de emperatriz. La frase esta, la primera parte, está en la biografía del político PI. El aliado de Fallarás. La reina de las cotillas. Sin cotillas no hay novela, son las preñadoras/es de las novelas.