lunes, 28 de diciembre de 2009

Cuento sin título (2)

K, cuando la empresa iba bien, pasaba ratos con la pantalla del ordenador conectada a uno de esos sitios de relaciones sexuales-sentimentales que abundan en la red. Además, beneficiaba a su trabajo de diseñador de eslóganes para la publicidad de artículos femeninos. Mataba dos pájaros de un tiro. Se entretenía y aprendía. Pero cuando los números se ponen en rojo, tienes que dedicarte de lleno a resolver el endiablado sudoku comercial y no te queda tiempo para otros aprendizajes. Sin embargo, le extrañó la insistencia de A, que sin conocerlo de nada reclamaba con insistencia su atención en una página llamada El Loro Encantado.
Hasta ahora le habían interesado los tics y giros lingüísticos que generaban las mujeres en general. Eran los que valían para el negocio de la empresa. Pero esta vez le interesaron los detalles particulares, y descubrió ciertas coincidencias entre A y B, una mujer a veces novia y a veces amiga esta última, y una de las pocas personas que estaban señaladas como de confianza en los dedos de una de sus manos.
Cuando A, sin venir a cuento, le propuso encuentros secretos esporádicos, ya no supo qué pensar, y consultó con su compañero H, diseñador de envoltorios, un tío listo y que se las daba de conocer las debilidades, ambiciones y trampas del 90% del sexo femenino.

2 comentarios:

campanilla dijo...

Esta novela me gusta
pues es todo un culebrón
aunque hay algo que me asusta
será ese diseñador.

La verdad que está que arde
este capítulo dos
no deje para más tarde
y escriba el tres, por favor.

Ando un poco despistada
con tanta letra en el aire
¿y quién es la descastada?
A, B, K? o es la H?

Bueno, pues ya seguiremos
con interés la novela
aunque si mucho la alarga
se la va a leer su abuela.

No te me enfades mi niño
ya sabes que es una broma
te lo digo con cariño
desde esta mi Pamplona.

Jesús Castellano dijo...

H es uno al que le daba por hacer frases célebres, al estilo de Anghel, el recientemente linkeado, o enlazado. Las últimas las tengo aquí anotadas, son estas:

-Cuando digo "perro" referido al animal, estoy hablando de alguien superior al hombre. Pero cuando digo "perra", referido a lo mismo,estoy hablando de alguien inferior a la mujer. Creo que estoy corriendo peligro de volverme feminista.

-La fidelidad es una virtud que, al igual que las otras, conviene no tener.

-Estaba casada con un poeta, pero su deleite poético lo tuvo con un fontanero.

-Los pobres existen para alimentar a los ricos.

-Al día siguiente de morir su marido, la señora T se puso de luto. Se acostó con un negro.

-Aquella poeta de La Laguna resultó ser muy buena, según los comensales caníbales. Pero yo creo que el mérito lo tuvo el cocinero.

-La guerra es un modo legal de dar riendas sueltas a los instintos asesinos.

-El sexo sin amor es delicioso. Mucho mejor que el amor sin sexo.

-¿Quieres que te sea fiel? Resuelve antes el misterio de la santísima trinidad.

-Me quitó a la novia. Fue él quien terminó enloqueciendo.

-Si quieres abrirte camino como poeta, acierta con el político a quien debes besarle el culo.

-Cuando dejó de ser mi amante y se convirtió en mi novia, tuve que dejarla. Estaba obsesionada por saber quién era ahora mi amante.

-Había un prohombre que decía que te alegres de tus fracasos porque eso significa que no te has vendido. En mi caso, el problema es que no he encontrado a nadie que haya querido comprarme.

-Sólo hay una vitud verdadera. saber que todas las otras son mentiras.

En fin, este H tiene frases a porrillo. Se ha obstinado en hacerle la competencia a mi amigo Anghel. lástima que en el cuento sea un personaje secundario, muy secundario. Lasd reglas son las teglas. De los otros personajes, te hablaré, linda Campanilla, en otro momento diosmediante.