miércoles, 8 de febrero de 2012

frío y seco

Dr R nos dio el otro día (a Capitán M y a este que escribe) una lección que cambia el rumbo de mi escritura. Comencé este blog con mis hijas como lectores primordiales. Quise que Atteneri supiera de la patria donde nació y que también Sibisse siguiera el rastro de esta isla que ella conoce bien. Mejor que yo. Y lo digo en serio.
Fueron tiempos de San Andrés. Ahora las crónicas sobre aquello han desaparecido o son habas contadas. Había humor y calor entonces. Pero los cambios de barrio, o lo que sea, me está cambiando la sangre. El humor se me está secando y enfriando las ilusiones. Al tiempo que el número de lectores ha ido creciendo. Y el lector primordial se ha vuelto un ente abstracto.
--Tienes que sacar lo que tienes aquí --señaló José Ramallo una parte de mi cuerpo. Me hizo descubrir que ahí es donde está ese lector primordial, un pepito grillo que mira por encima del hombro y no nos deja caer en la tentación de creernos eternos. "Frío y seco", dice Grillo. Y es verdad. Así debe ser.
Pero tampoco puede uno obviar ni olvidar a los lectores reales. Los más recientes son Marlene y Carmen.
La otra noche gozamos de su compañía cuatro del CNR. Las arracimamos al Club. Y ahora son lectoras nuestras y tenemos que cuidarlas. No todo los días se gana a lectores valiosos. Lo primero: no agobiarlas, y al igual que el invitado debe tener la elegancia de saber cuándo tiene que marcharse, el que escribe debe saber cuándo comienza a cantar.
Y poner ahí el punto.

pd. Bruma en Tacoronte.

3 comentarios:

el escritor escondido dijo...

Ya sabes mi debilidad por este blog. De lectura Obligada. Saludos

Jesús Castellano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
5181553 dijo...

Tus hijas te seguirán leyendo