lunes, 20 de agosto de 2012

aquel sábado en la terraza del ático con vistas a las torres de la ciudad, Dr R desilusionado y desesperanzado del republicano mundillo literario. Mucho tardaba. En este gremio no puedes tener muchos amigos, pocos y escogidos, porque si no, te echas a perder. Pierdes oportunidades del ruinoso negocio, las pocas perras que se rascan, pero ganas en estar fugado de una escuela de todos qué bonitos somos. Más alegría en las botellas y en los platos. La vena árabe de Dr R destacó con un cuscús que lo recuerdo y se me hace la boca agua, y luego los pasteles de Clara y Jessica, que me recordaron, en contrapunto, dos tortillas en una garita de Infantería, al lado de Los Rodeos, en tiempos de vida militar, que eso sí es una escuela y no la del otro día en la película-documental Enseñanza prohibida, en el Aguere, que vi con Marlene y con Carmen. Todo muy bonito, una profe mexicana con sombrero ídem defendiendo que lo principal era el amor, dar amor a los niños y recibir amor de las criaturas. Sín evaluaciones, en libertad, donde los profes se agachan cuando el nene quiere motar al caballito. En contraste la escuela normal, con una directora con cara de poco amada, que no dejaba vivir a los alumnos. Los alumnos vivieron todo el curso dando la lata para leer al final una manifiesto reivindicativo. En esta, pibes de 16 en adelante. En la otra, en la escuela chachi, niños --los que se vieron en la pantalla-- que no llegaban a diez años. No sé qué evaluaciones les van a hacer. Aquello era una guardería. Y la peli, maniqueísmo argentino. Nosotros los mejores y los otros hay que matarlos a todos. Guardería para niños con dinero. Interesante la película. Te imaginas lo que hay detrás de la hipocresía puesta en la escena, y te ríes un rato. Mejor las aventuras lanzaroteñas de Marlene, contadas en el Tocuyo. Pero en contra de mi fama, yo revelo de lo que hablan las mujeres pero no lo que dicen. La conversación de Jessica y Clara aquel sábado fue sobre animales. La de Carmen y Marlene la noche del sábado en el Tocuyo, mejor que nunca el eso gomero... cómo se llama... ah sí, el almogrote, fue sobre Lanzarote fue también sobre animales y... chitón.

Ya cerca del fin de este mes y algunas semanas de septiembre, estaré Dios mediante de retiro espiritual, en una zona amena de Tenerife, al cuidado de una niña y una señora mayor. Hasta entonces, en que estudiaré cómo evoluciona y se eleva mi espíritu, me entreno estos días para aferontar con éxito el quehacer de tres semanas de bondad. Toda la demás gente fuera. Sita de crucero por las islas egeas, Vera por no sé dónde,
Clara a no sé donde, Carmen a Huesca, Cruci en el Sur... Convocaré a las hadas. Empezando por la exposición de Marianella en Librería de Mujeres.

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