jueves, 16 de agosto de 2012

Wary

El martes pasado, en el bar de Ibrahim, comentaban que murió el Wary. La esquela estaba en el periódico. Al Wary lo conocí en San Andrés. Tuvo la cortesía de invitarme a su casa en La Montaña en unas cuantas ocasiones. Recordé los tiempos, incauta niñez, cuando subía a la casa de mi abueo Ignacio, también en La Montaña. La incomodidad, si la hay, de vivir en esa zona del pueblo la compensa unas vistas que no tienen quienes habitan la parte de abajo. Al Wary le gustaba contarme su vida de preso en Francia. En las cárceles galas hizo alianza con presos sicilianos. La policía lo había atrapado a raíz de haberse metido en un bisne con un judío que tenía una joyería. El resto de sus cuentos los tengo aún en la memoria. Creo que me los contaba para que yo los escribiese. Si Dios quiere, algún día lo haré. No tienen desperdicio. Buen viaje a donde sea, peculiar hamaquero de Las Teresitas. Desde aquí un saludo, un abrazo.

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