jueves, 30 de enero de 2014

con grata compañera

Ayer con una portada, hoy con un poema (inspirado, trama y urdimbre, en la comtemplación de la chica de buen ver que me llevó al Puertito de Güímar hoy).
 Pedro García Cabrera es un poeta que no logro admirar en la cantidad de fama que tiene. A veces creo que es un poeta menor que se ha colado en esa tumba que llaman Gloria. El poeta gomero no sé si me acariciará los hombros, como Covadonga García cuando supo que había tocado su verso, o me dará una trompada. Lo sabré cuando nos encontremos allá en el otro mundo, donde las nubes de la memoria, etc.

La reconversión es de un poema que se llama "Canto a Santa Cruz", en un libro que se titula Vuelta a la isla.

SANTA CRUZ
 
Ramera con la piernas
de muchacha pecadora,
música y gaviota
ondulante trigal
redondo de aventura,
has ido creciendo
y albergando en tu concha
un rumor de abeja.
Te quiero desde abajo,
descalza y no oculta,
te quiero porque has hecho
canción de todos los caminos,
te quiero porque besas
el corazón del mundo
y lo llevas al aire y las palmeras.
Sabes sufrir y nunca olvidas
que el odio es una espina.
Tú vienes de ayer,
del fulgor abierto
en el acordeón que retorna
aquí, ciudad
mordiendo el fruto.

Vosotros carpinteros
con las maderas,
vosotros albañiles
con piedras duras,
dadle bosque y lluvia. 


Curioso que esto lo haya refabricado por la mañana, y el mismo día, en  feibo renace Poeta Hermafrodita, en la página "realismo.0"...
Esta ciudad se oye. No es muda. Y ahora menos, con las murgas. La oigo ensallar por las noches y entrar en Ibrahim a pedir bocadillos, todas primorosas y cordiales.

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