jueves, 31 de agosto de 2017

el tiempo...

Pepe, novedades hay, por lo menos en el alma de uno, que también repercute en el cuerpo.
Como esto no sé si lo lee alguien más, vamos a ver cómo te lo digo sin dar tres cuartos al pregonero.
Ella es... bueno, vamos a decir que es de Estambul. Eso quiere decir que está lejos. La conozco por esta máquina moderna. No te doy aquí más detalles. El sexto sentido me dice que acierto, uno no siente cosas milagrosas si milagros no  hay.
Pascal dijo que de las dos pasiones primordiales del hombre, la ambición y el amor, cada una por su lado era imprescindible para que la vida pudiese llamarse vida. Pero incompatible la una con la otra.
O te dedicas a amar o te dedicas a hacer negocios o ganar batallas. Aconsejaba que se ejerciese el amor en la juventud y la ambición en la madurez. Aunque me llames joven, Pepe, ya sabes que estoy maduro. Cuerpo maduro, con cicatrices, y algunas no del todo cerradas. Me acuerdo de la primera mujer que amé. En la juventud. Me entró la ambición y la abandoné, la dejé llorando una triste mañana y yo me fui a hacer negocios callejeros con los bolsillos llenos de blues. A la segunda que amé la amé sin descuidar la logística. Era hembra placentera y mujer sabia. Viví con ella, me instalé en la ambición profesional, ganar y pagar con mi dinero. Ahorraré detalles que me son especialmente dolorosos. El amor fuerte regresó y abandoné la ambición por el amor, dejé a mi mujer y me fui con otra. Leche machanga. Lo mal hecho no sale bien.
La tercera historia tú la conoces en propia carne.
Aunque tú digas que no, Intuición es un Sol, brilla, ilumina. Bueno, ya hablamos una tarde en el Gato. El caso es que dejó de estar en uno, ni siquiera como un enigma. De pronto me vi iluminado por otra luz, mas placentera y más sabia. Curiosamente en el tiempo ocurrió casi coincidiendo con el último eclipse.

Berto, amigo de Los Cristianos, ha vuelto a dar señales de vida. Ahora está en La Gomera. Mañana va a hablar a una radio. Bueno, historias, el hombre tiene historias a raudales.
Todos las tenemos. La mía me ha dado energía. Espero que dure.

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