miércoles, 16 de agosto de 2017

Ambiciones y milagros

Pepe, ayer te dije algo del Amor en lo que me toca. Algo nada más. Hoy vamos a hablar de Ambición. De negocios. El libro de Van Gogh no soy sólo yo quien lo destrozo, es él también. Ha llegado desde su mundo a La Maldad y me ha dicho: Chito, este libro y el del colega Dalí de Ático 13 ni lo regalen ni lo vendan por dos perras. Dícelo a Pepe. Eso me dice el buen pintor holandés. Lo que hacemos es lo que hay que hacer con ese libro,  y venderlo caro. El  aliado Jordi vestido de cura, subastando las gracias del Arte, anclerical, y un precio de  salida respetable.
Van Gogh no  vendió en vida, y la reparación que nos pide es que Pepe&Chito,  artistas a domicilio, sí vendan en vida, como se merecen, al precio de  los girasoles.
--¿Cómo lo hacemos?
--No sé. Eso preguntáselo a Dalí.
Se lo pregunto a Dalí.
--A mí me enseñó Gala. Preguntáselo a Gala.
Me acuerdo cuando jugaba con su cuñado --no sé si era el cuñado, pero Dalí sí era-- a destrozar a Mondrian. Dibujaba animalitos en los cuadrados de Mondrian y los convertía en establos, cuadras  y corrrales. luego descargaba boñigos de óleo y lo cubría todo con una manta. luego el cuñado y él se desgañitaban pengándole palos a la criatura. al final separaba la manta de lo que quedaba del mondrian y exclamaba Aleluya, ya tenemos dos cuadros abstractos.
Esto me lo contó Manuel. Supongo que es verdad.

Dalí, el más cuántico de los pintores, tenía admiración por la pintura abstracta. Esa admiración la escondía con la burla. Pero no hubo ninguna burla cuando compró una puerta vieja donde los pescadores limpiaban las brochas.
--Es el mejor cuadro abstracto que he visto... --dijo.

Yo recuerdo ahora una clase con mi amada maestra. Puso el grito en el cielo. Una bronca. Por querer hacer un cuadro abstracto bailando sobre el lienzo puesto en el suelo. No quiso  ni de lejos. Me dio el machetazo dialéctico. Pero yo bailé, pero bailé solo. No quiso bailar conmigo. Me arrepentí, me dolió su desdén, y conduje las manchas del azar por caminos figurativos y construí La dama de Vietnam. (Lo pondre en Facebook para que lo recuerdes.)

Nguyen evoca el albatros del poema de Baudelaire. Su delirio mágico fue  quemado por un rudo marinero. Bueno, centrémonos en los negocios.
No mostrar el delirio al Estado es primera regla. Diremos que los  ejemplares únicos son un método pedagógico con esquemas de las escuelas de Berlín y Nueva York, la de la Casa Blanca.

*
Otro cuento de  Santa Pus lo hace en su muro la autora Balbina Rivero. Habla de cómo fue perseguida por otro autor que escribió antes que ella sobre el corsario devoto. No hay que tomárselo a broma. El Corsario Amaro Pargo es a la historia de Canarias lo que el Cid Campeador a la de España. Sólo que Amaro Pargo no tiene una obra tan buena como Mío Cid. Yo leí la versión de Marcelino. El corsario está enamorado de la monja. Y hubo cumplimiento amoroso. Tratándose de Marcelino, no podía ser de otra manera.

Las bromas con los santos las carga el diablo.

El libro de Balbina no lo he leído. Ella dice, con palabras más prudentes, que el documental que pusieron en la tele es una cagarruta, una microalga.

Mi hermana visitó a la monjita en La Laguna y comprobó su poder milagroso.

Tocan en la puerta. Un paisano vende uvas.

Pepe, seguimos.

Chito

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