martes, 1 de agosto de 2017

política, poetas, etc.

"Destrozaron un autobús en una acción simbólica." Ella misma, Mireia Boya, diputada catalana, ha pinchado ruedas de bicicletas de alquiler en acción simbólica contra la ocupación del capital privado en el espacio público. Así contado, no lo entiendo. Es lo que hacen las terrazas de verano, las furgonetas bar en las Teresitas, etc.
Los aliados independentistas se pelean unos con otros. Divide y vencerás, dice el dicho. Lo que dice Ben Liza es que la izquierda tiene un pensamiento cada vez más de borregos. Dostoiewski lo que decía, a pesar de Nabokov, es que las revoluciones las mueven las pancartas, no los análisis políticos.
Cubillo tuvo efectivas pancartas, en tierra abonada, y funcionó hasta que el Estado mandó a las islas fuerzas especiales, mientras se movían puñales mercenarios en Argelia.

cuando vengas a esta rama,
suave colibrí,
solo con tu peso
se ha de partir.

Oigo nombrar a Alistair Crowley, "famoso mago y nigromante asesor de Hitler". Cuenta el informante que fue con Pessoa a La Boca do Inferno, "donde el mago desapareció".
Curiosidad de política ficción me entra por António Ferro, "el goebbels del Estado Novo", aliado de Pessoa y elevador del fado, el arte de los burdeles, a emblema nacional luso.
Y en España, Podemos perdiendo el tiempo con políticas de niño chico. Burlarse de millones de ciudadanos que votaron al PP, como si fuesen idiotas, es el error más leve de Podemos. Se vieron de pronto con mucho poder y lo desperdiciaron, como en las novelas negras el antihéroe que se ve de pronto, gracias a una quiniela, en la cumbre de la riqueza monetaria.

*
el facebook se ha llenado de entradas y comentario sobre los maltratadores. Uno pregunta si un maltratador puede dejar de serlo. Unos dicen que si se arrepiente y va al psicólogo, tiene solución. Reinsertado en la sociedad.

Si es un poeta, siendo maltratador escribirá:

Me visitan los celos
y entonces te parto la cara,
te tiro al suelo
y te muerdo con ganas.
Perdóname, amor mío.
Lo hago por buena causa,
pa que te kedes conmigo.

Si se arrepiente y va al psicólogo, la musa le dirá:

Dicen quien nace lechón
muere cochino,
ella se fue con otro
y yo no afilo el cuchillo.
Nací maltratador,
moriré maltratadillo
pero a mí no me coge un juez
dándole más al martillo.

En fin, ya sabemos que los poetas son unos fingidores, unos farsantes. Un ejemplo está en un cuento de las 1001 noche. Él le escribe poemas a una hurí. Los versos surten efecto y la bella se enamora del poeta. Como si se hubiese enamorado de Rubirosa. El poeta la deja y ella se queja:
--Tú qué me decías lo mucho que me querías --protestó la hurí.
--Mi oficio es ser poeta, tú solo fuiste una disculpa --contestó y adiós.
Con razón Platón no quería a los poetas en el Gobierno.

Aznar era --y lo seguirá siendo-- un devoto de la poesía. El poeta Roger Wolfe hizo un poema imaginario con Aznar y la señora Botella haciendo el amor, amor con aires poéticos.
También Zapatero fue poeta pero malo, y Rajoy también lo es en ocasiones. Lo malo de Pablo Iglesias es que no tiene poesía ninguna y le sobra retórica. Susana Díaz tampoco tiene poesía, por eso necesita a los poetas. Pedro Sánchez no, éste guste o no, ha ganado una guerra, recuperar el trono robado, es el héroe de una epopeya local, pero o cambia de retórica o vamos de culo, piensa mi instinto.

En fin, Platón estaba equivocado. Sin el concurso de los poetas, esos farsantes, las naciones no se sostienen.

La máquina me dice que mis sueños construyen un puente entre lo físico y lo espiritual. Buf los sueños. Están sobrevalorados. Y ahora más con la moda cuántica.
Corregir la retórica de Pedro Sánchez y conectar espiritualmente con Susana Díaz, no es un sueño desagradable. Pero no creo que ni un sólo átomo del sueño le llegue a ninguna de las dos sobresalientes cabezas de ese dragón llamado PSOE.
No creo que Susana me crea Pessoa y mande recado de que vaya a visitarla, cuando yo disponga.
Instinto e Inteligencia me dicen qué ni una cosa ni otra.

No sueñes tanto, Chito,
me dice mi amigo Pepe.
Si hasta la realidad
no es lo que nos parece,
cómo serán los sueños
y más esos sueños leves.
Pon los pies en la tierra
que es el barco que nos mueve.

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