domingo, 26 de septiembre de 2010

a Anghel

Como ahora sueño en verso, me persiguen los poemas como moscas, o como los virus virulentos de Ramón. Mil años intentando dejar para otros el oficio de la Poesía, y nada, sigue ahí, mal pagándome pero insistente para que la sirva con todo el esmero posible. Así que ahora he pensado una serie (ya no me basta uno solo que los incluya a todos) con versos dedicados a mis amigos cercanos (las amigas que esperen otro momento, pues no quiero convertirme en motor de arranque de combates de mujeres). El primero

a Anghel Morales

Alumbró El Hierro a un guerrero
de corazón con brío y noble,
hecho de oro, acero y cobre,
audaz, osado, el primero

en querer bien al buen amigo
pero más a bellas mujeres.
Aguda y recia su voz hiere
con medido acento propicio.

De su estirpe la sabiduría
siendo de oficio niño bebió
y en calma es armonía

de toda aquella que lo vio
decir sin más su filosofía
y cuando su verso cantó.

2 comentarios:

Anghel Morales García dijo...

Gracias Jesús Castellano
por tus versos tan sinceros,
pero entiende que en la vida
la amistad es lo primero.

xxxxx

En mi trato con mujeres
yo soy una maravilla,
pero no te doy consejos
pues se enfada Campanilla.

xxxxxx

No te voy a dar consejos
a la hora de escribir,
ya te los da el señor Cova
aunque te haga sufrir.

xxxxxx

Me tengo que despedir
pues me equivoque de blog,
me han mezclado con un godo
en u8na misma sección.

xxxxxx

Esperando tu novela
llevo ya cuatro veranos
o me la das de una vez
o te mandaré al carajo.

Azena dijo...

No dejes la Poesía para otros, que ella te prefiere a ti