sábado, 17 de noviembre de 2012

coplas con hueso....

Ayer me tragué un hueso
y me sentí sin decoro
por hablarle tonterías
a mujer que es un tesoro.

En un guachinche de conejos
que está por La Matanza,
se me quedó en la garganta
y me vi del blanco al negro.


***

Gracias a Carmen y a Pepa
ya tengo nevera nueva
donde guardaré la fruta
que le gusta a Genoveva.

Me riñe porque no corrijo
las arrugas de los años
y todavía no me rijo
por las leyes del rebaño.

***

La mujer canaria
que sabe amar
tiene cuatro maridos
o está fatal.

Esto era en los tiempos
donde no había cristianos,
lo que uno hacía en verano
otro lo hacía en invierno.

Así era costumbre isleña
hasta que el godo puso remedio
y lo que antes era luz pública
ahora está en oscuro secreto

ahora son otras patrañas
y otros son los duelos.

Yo soy el cuarto marido
de la novia de Emeterio
que se llamó Poesía
y hoy está en el cementerio.

Murió de melancolía.
Habrá que poner remedio.


***
y sin más coplas mimosas
anuciar próximo encuentro*.
Viajé pal sur con el Cuervo,
tierra de las rojas rosas.


* entrada.

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