lunes, 5 de noviembre de 2012

ley del silencio o si mi verso valiera tu pistola...

No creo que nos haga célebres a la morralla que acudimos al TEA el veto técnico, formal o político (ni siquiera informan, y si preguntas, no saben, no contestan. Bueno, menos vicio, pues esto del ordenador también puede matar o provocar debilidades mentales, como las de esos bufones que se creen reyezuelos del liberalismo aristócratico y, en verdad, son más pollabobas que tú y yo juntos, que ya es decir. En fin, personajes nos da la santa realidad. Aleluya.

No es la realidad la que genera las palabras. Son las palabras las que crean la realidad. Pienso, oyendo una conversación en el bar de Ibrahim.

--La mujer del Mañas nada que ver con él. Anda por el barrio hablando lo que no tiene que hablar... Sí, hombre, una rubia con un buen culo...
--La mujer del amigo no tiene culo...
--Bueno, la rubia... porque pelo sí tiene, ¿no?

Lo que no se puede o no se debe decir. Lo que hay que callar cuando con el dedo nos amenazan...
El tramo, supongo que hay un tramo --Mr Cuervo está más puesto sobre el filósofo W, a ver si echa una mano--, lo que no se puede decir no se puede decir y todo se puede decir. Y apelo a Cuervo no sólo porque ha investigado más y mejor el pensamiento y vida de W, sino porque la mente mía está hoy aviejada, huele a rancio.
En todo caso, imposible escapar del caso Abubukaka o del cierre de una TV antigubernamental. El primero ha conseguido una publicidad para el grupo de teatro que da hasta envidia.
Pregunto --no sé pa qué pregunto-- si Abubukaka incumplió el contrato no escrito: No muerdas la mano que te da de comer.
El patrón, el de la mano, actuó con pocas luces. Cayó en la trampa. Seguramente no ha leído a Maquiavelo. Yo tampoco.
No sé si el grupo teatral ha mejorado desde la única vez que los vi, una noche que Dulcemirar y Bellasonrisa, etc., no me llevaron a bailar a la Puerta Verde (hicieron bien, no sé bailar). No me quedaron ganas, no de ir a la Puerta Verde sino de volver a ver a esos payasos vestidos de limpio. Se pasaban de bufonescos, chirriaban; humor para marujas, en el mejor de los casos.
(Hoy Andrés Chaves habla de este caso, y tiene la picardia de aclarar que no ha visto a ese grupo sobre un escenario. Eduardo, en El Escobillón, califica lo censurado, que Abubukaka ha colgado en internet, como "mediocre memez", "payasada pueril". Me fío de Eduardo, no creo que hayan mejorado. Si el patrón, el de la mano, en vez de enmierdarse con una censura pueril, hubiese vetado el pase por la tele por falta de calidad en lugar de meterse con la cacareada libertad de expresión, hubiese ganado puntos en vez de perderlos. Esa --le preguntaré al Cuervo, si lo veo de humor-- es la diferencia --no me hagan caso, soy la voz de la morralla ignorante-- entre el primero y el segundo W.

Mañana, en La Puerta, Radio Unión Tenerife, más de los mismo.  

*
Otro episodio de lo que no se debe decir, ocurrió en el Club Náutico la otra noche. Pero si hablo de esa noche, mucho más importante es la exposición de Marianella en este Club. Un día por Madrid, viendo exposiciones con mi mujer, me quedé tan harto de ver cuadros, que Carmina tuvo que convencerme para entrar en la que nos quedaba. Era de pinturas y dibujos de Haring. Ocupaban todo el espacio. Maravillosa. Desperté de letargo pictórico. Nunca había sentido lo que en aquella exposición hasta el otro día, con las mantas de Marianella. Gracias, amiga.

1 comentario:

quico dijo...

Estos ...caca se merecen tantos vetos como televisiones en el planeta, lo único que les va bien es el nombre.