miércoles, 5 de febrero de 2014

Inquieto, Marcos entra en el pequeño goro.

Del cuento "La bubanguera y los perros abigeos", de Isaac de Vega.
Ayer poco hablamos en el programa. A uno no le gustó mucho Fetasa y no terminó Tassili. En eso estoy con él. Yo tampoco terminé esa novela. En fin, el programa se enredó demasiado con Pérez Zamora, con la presencia del objeto libro Tomo I de Secretos de Cuba, novela que fue una iniciática lectura de Isaac en sus tiempos jóvenes, supongo que después de los colorines. Dice Pablo Quintana, editor de la novela, en editorial Benchomo, que la encontró en la biblioteca del padre. De Isaac recuerdo que leí con iluminaciones el cuento "La posesión", otros de Conjuro en IjuanaSiemprevivas, la novela Antes de amanecer y, recientemente, El cafetín.
Dice Juan que no hay modo de encontrar esa novela. Las librerías no tienen dónde pedirla.
Aquí en La Granja, en este pequeño goro de la cultura, la tienen. Hay una exposición de libros de Isaac de Vega. Puedo pedirla prestada. 
Recuerdo momentos encantadores con Isaac, el ron, los perros y la noche en Igueste de San Andrés. Con Roberto Cabrera o Marcelino Marichal. 
El cafetín es una novela de una ciudad con literatos corruptos, un locos que cuida el cadáver de su mujer... y un hombre, el narrador, que compra castañas y la mujer del fogón le cuenta su historia con el marido.
Aconsejó evitar los adjetivos grandilocuentes. En la ebria sobriedad de su escritura se hace valer la voz baja, casi el silencio. En Isaac, las palabras iluminan la niebla del mundo. No hay más iluminaciones. 
Tal vez siga existiendo el hábitat donde se refugiaba en Ijuana.

No hay comentarios: