lunes, 10 de febrero de 2014

Los Goyas me tocan la polla. Yo como Wert, que no los fui a ver, no lo vi. Ni a la infanta. Ni al Real Madrid último partido. No veo nada. Y Andrés Chaves, al que unos carnavales atrás le dieron en la jeta un montón de bombazos, dice que se escapa, que no quiere ver murgas ni en pintura. Yo también. Y eso que tengo las murgas cerca. A lo mejor compro algún libreto, si los hay. Me gustan las murgueras cuando entran en el bar de Ibrahím. 
--Voy a montar una empresa. Que le parta una pierna, quinientos euros. Romperle la cabeza, seis mil euros.
Lo dice el moro, en broma, ¿o es en serio? Freud descubrió que los chistes son muy serios. Por eso aquí en Canarias, señores, amordazan los mejores chistes. Los que están en República bananera, Milagros de Cuba o Cucarachas con Chanel. Los de Puerto Santo o los de Pepe Monagas son más inocuos. Los primeros son como azufre. Azufre de la realidad. 

El cuento me persigue. Me refiero a un cuento (don Tigre y el Capitán saben) que fue camino a La Cota 600 (con perdón) junto con otro de Marcelino. El destino de los cuentos no lo sabemos al día de hoy. ¿Nos pegamos un tiro o compramos una botella de vino? Ya veremos.
Negocios raro por todas parte, menos por una llamada amor, amor al espíritu y a la carne. Lo fabrico en un libro. El amor. Un libro de imágenes. Se acabó la controversia entre el pueblo del libro y los pueblos de las imágenes. El libro son imágenes. Las imágenes hablan. Viajaré en el tiempo a ver que le parece a Leonardo da Vinci. Si me hace algunos arreglos y me pone su firma, cuando regrese a este tiempo, que mis seres queridos se aqlegren. Seré millonario. Mientras tanto sigo de pobre. Arte povera. Complejo de Picasso. No busco, encuentro. Complejo de Sorolla. La esclavitud de los colores.
Munch no sólo me perdona sino que me besa la frente. Pronto se cabará la etapa MunChito. Me llama DaliChito. La metafisica cuántica del grande de Cadaqués. Preparénse.
Y vos, Viejo, no se me apure. La paciencia es la primera virtud. 
Y vos, señora de la cafetera, otro día le digo. 

Rufino vive en una cueva con gallinas, perros y alcohol. No quiere vivir en otro sitio. Que no lo sepa el político falso de los barrios. Barrio Nuevo una placa a don José Rodríguez. De acuerdo. Vica la Independencia, aunque sea una broma. 

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