lunes, 19 de mayo de 2014

dos versos y una prosa






A veces la copla imita
las voces de Venanceo,
a veces en espinelas
saltan los versos que meo
en bacinilla de viejo
donde me puso un amigo
que corro detrás de un coño
como galgo tras la liebre.
Las liebres sin son conejos
que saben andar caminos
el verso no las desprecia
sino que saben divino.
En los violetas del cielo
cómo se mueven altivos.

*

Las voces son fuentes sabias,
antigüedades profundas,
que mi corazón inundan
con su secreta canción.

Enfundo mi pensamiento
adentro del corazón
porque decir no debo
el nombre que allí guardó
una orden de silencio.
Por obligado deber
mi lengua suele decir
sólo las feas palabras
del oficio de mentir. 

*

Y ahora a ver si me dejan entrar en el Casino. Me disfrazo de caballero. Como no tengo tele no puedo ver al admirado (como escritor hasta ahora) Andrés Chaves. Ayer escribió en una crónica unos versos, de un amigo dél, que alimentaron mis ganas de oírlo. Hoy escribió que es el mejor de todos los que escriben en los periódicos. Lo sé.

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