viernes, 20 de junio de 2014

meditación irreflexiva

Cada vez me cuesta más escribir una carta. Lo poco que escribo al día, salvo noches de insomnio, lo escribo aquí y no tengo energía pa más. 

La honestidad no sé (muchas palabras honestas salen de la boca de la puta vieja Celestina) pero la transparencia, si fuese cierto, es de agradecer. El nuevo Rey creo que ha dicho que será transparente su reinado. Me acuerdo del profesor Vives. "Quien lea declaraciones o noticias políticas, que le dé la vuelta a las palabras y verá la verdad que esconde la mentira". Era balear el profesor. No creo que ninguna institución sea trasparente. A otro perro con ese hueso. Pero me alegró la proclamación del nuevo Rey. Si me pide un poema (a cambio de un bocadillo de mortadela siciliana) se lo escribo. A Letizia otro, a Sofía otro, y a la infanta y a la princesa dos más. A lo mejor me subvencionan la publicación, aparte del bocadillo de mortadela siciliana, con mantequilla El Ancla. Viva el hijo de Juan Carlos, viva la Reina y viva la suegra de la reina, que no sé si sigue siendo reina. A lo mejor sí. Una Reina con dos hijas, un Rey con dos hermanas. Y dos goles que despiden a España (fútbol) de que sus jugadores ganen un pastón. A pastar al barranco, gente sin alma, sin corazón y con el cuerpo averiado. No, no estoy hablando de mí. Estoy hablando de España fútbol club. Y de poesía.
Ayer no se me ocurre otra cosa que ir por la librería de mujeres. Mala hora. Comprobar que la excelsitud poética a la que desprecio, me desprecia. Qué cosas. Ya les llegará la hora de la desbandada. Sopas bobas. 
Y mañana, pues mañana playa. En guagua. El vehículo del pueblo, con mujeres que aman al Rey. Yo no amo a la Reina nueva, amo sí a la saliente reina, pero me cae bien, tiene porte de yegua alazana. Y es portada de Chica mala, puro fuego.
Chico malo, no nos quieren los excelsos republicanos. Viva la monarquía de Felipe VI.
¿Y de amores? Bajo mínimos. En sintonía con el falso fútbol. Sin pasiones de verano. Qué cosas.  

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