martes, 10 de junio de 2014

voces y recuerdos

Las voces que vienen de lejos
déjame, niña, escuchar
para saberlas cantar,
de duelo si son de duelo
donde buscar el consuelo
cuando perdemos Amor
--ay qué pena y qué dolor--
si un mal aire le viene.
A nadie, amigos, conviene
fantasías que no son.


Puede valer esta décima para una antología, pero no para Nobleza Canaria. Suso (uno de los Susos de Ibrahim) ya me invitó hace un par de semanas a ir a ver los ensayos de Nobleza Canaria. Él es el director. Me dice que si le doy una letra, ellos le ponen música y a mí en los créditos. 
--Nos reunimos los viernes por la noche. Ahora las mujeres bordan los vestidos mientras nosotros buscamos...
No sé, si hay mujeres, soy tímido. Menos si me enamoro de una. Si me enamoro de una vale. Pero si me enamoro de dos, estoy perdido. Corro peligro. Pero el peligro sólo tiene una cura. Meterse en él. Si voy, conviene ir armado, o armarse allí. Ver qué letra quieren, ver qué quieren hacer oír al público. Conocer el terreno, estudiarlo, calcular la ganancia y ponerse a trabajar. 
--Puede ser amor, de carnaval, de los inmigrantes, del pétroleo...

yo les advierto señores
que los molinos de viento
dañan al firmamento
y a pájaros cantores.

Estoy contra los molinos de viento, no contra las torres petrolíficas. Hasta me parecen bellas. Un contraste que aminora el crimen paisajístico que es el edificio Calatrava. A lo meojor Repsol compra el Balneario, la Plaza Toros, la zona de Miraflores... y les hace ver a los ecologistas ingenuos dónde está el mal de la ciudad, y por extensión, de la isla. No en el futuro. Lo males del futuro sólo Dios los sabe. Sino en el inmediato pasado y actual presente. 

*
Recuerdo ahora un remoto pasado. Tenía yo, más o menos, siete años de edad. En la plazoleta del pueblo, una pintora, puntillista, "retrataba" a una niña con una cesta de pescado. El cuadro era precioso. La modelo también. No sé cómo, una tarde estaba yo hablando con la pintora en el salón de la casa que tenía alquilada. 
Era grato hablar con aquella mujer, mayor y de pequeña estatura. Estaba encantado allí dentro, hablando con la artista. De pronto, la puerta de la calle se abrió de golpe y, como una furia, entró una vecina y me obligó a salir de aquella casa sin más explicaciones. 
No le di una patada a la vecina en su culo, ni indagué los motivos de su fea acción. ¿Imaginó que la pintora quería pervertirme? ¿imaginó que me iba a contratar de modelo? No sé. ¿Qué habrá sido de aquel cuadro? ¿Qué habrá sido de la modelo? Tenía mi edad.

que niña más bella,
sus labios sonreían
sus ojos profundos
mi mirar veía...


 
 

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