sábado, 21 de junio de 2014


Título: Cuervo y Campanilla en el patio de La Maldad.
Lienzo sobre óleo.

Esquivo es el tiempo. Se derrama como agua entre los dedos abiertos. Lo que ayer crecía, hoy mengua. La tormenta se apacienta. El lobo se vuelve cordero. Nada es, nada permanece. Pasará junio y vendrá Julio, con la rebaja. Y todavía sin hacer la limpieza de primavera, en La Maldad. Ahora, me dice el vecino Nicolás, hay dos ratas en los tejados. Macho y hembra, supongo. Dos ratas follando en el tejado. por las noches las oigo. Qué envidia. Bajo la luna, caminando sobre las palmeras del jardín frente al mercado a coger sol y ponerse fuerte cuando llega la noche. Nicolás aún no ha conseguido la escopeta de balines. Dice que con un escopeta de balines la deja tiesa, o tuerta por lo menos. pero ahora son dos. Mañana serán tres. Oh gloria de ratas en el tejado. Convoco al Dios de las ratas. Hay que remar a favor de la corriente. Serán las dueñas del barrio, de la ciudad. Me inoculo un brebaje mágico. Conjuro en Colección Animal. La entrañable sensación de ser rata entre las ratas. Jauría voraz. Temed, prudentes ciudadanos.  

2 comentarios:

Riforfo Rex dijo...

Así empieza La Peste. Poco más o menos.

Jesús Castellano dijo...

Bueno, espero que esta vez triunfe el reverso de La Peste, y las ratas sobre el tejado anuncien un baile a media luz, y venza la comedia sobre el drama, como venció Riforfo sobre Ricardo... Es curioso, cerca del escritorio, en la mesa de trabajo animal de la terraza azotea..., estaba La Náusea, de Sartre, esperando cirugía traductiva, colección animal en marcha. A ver hoy las palmas si no alegra el alma.