sábado, 29 de noviembre de 2014

El miércoles pasado, bajé con Ramón al TEA. Presentación de Los ojos del puente, de Javier Hernández. Preso en casa, escribí a bolígrafo sobre este acto. Me dejé el papel arriba. Otro día, pienso, lo bajo y lo copio.
Aparte de un primer contacto con la nueva novela de Javier, me enterneció (soy persona, entre otros defectos peores, con tendencia a la ternura) Eduardo. El hombre dice que este blog no sólo es de lo mejor que hay en estas islas sino a nivel nacional (no sé si incluye Cataluña, supongo que sí, todavía sí). Se siente uno justificado, que no ha perdido el tiempo escribiendo esta página, entre la necesidad y el azar.
También me alegró ver a Alejandro y a Anghel. Anghel me incitó a darle una novela. Ya la tengo casi lista. Será la del gigoló. Vertical blues puede esperar. Esta está ambientada en Asturias. La otra, aquí en esta isla. Un regimiento de mujeres pasean por esas páginas. Todas falsas menos dos. A veces pienso si no serán muchas. Si dejo a las dos hembras verdaderas y una falsa, quizá la novela tenga más altura, pero ya no tengo ganas de eliminar ningún personaje. Grandes y pequeñas, todas en el caldero.  
Por ahora hay que esperar la publicación de la novela de Juan Royo Es mejor improvisar. Una obra de arte de la ficción narrativa. Va a ser difícil superarla, o por lo menos igualarla o aproximarse a su calidad. El arte narrativo en Canarias tiene una salud de hierro desde que JRamallo (ponderado con justicia por Antonio Charlín en su actual Nagasaki) publicó Ensalada de canónigos y Cucarachas con Chanel. Pero no sólo de obras geniales (añadir a esta categoría la de Juan, que saldrá en enero) se alimenta la tierra. También buenas obras en la medianía nos hace más fuerte. Siga así y Eduardo las siga comentando en su, y no devuelvo piropos, necesario e imprescindible Escobillón. 
Bueno, vuelvo pal barrio. Anoche regalo de viento y lluvia. El gato Lucas se quedó en el sillón de abajo. No subió a despertarme a las tres de la madrugada, como tiene por costumbre. Ya está aprendiendo. Todos aprendemos.  

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