miércoles, 10 de diciembre de 2014

horas bajas

Ayer subí con Ramón a Leroy Merlin. Trato diplomático. El de los empleados de Leroy. Vi el aparato que necesitaba pero no tenían en el almacén. No tenían o no quisieron ir a buscarlo. Trato diplomático. Bueno, por lo menos vi uno adecuado a mis necesidades. Ahora no soy muy feliz, la verdad. No hice la limpieza de primavera y vivo en precario. Frío, humedad y puerta que es una agonía pensarla. A la otra Puerta, la de la radio, a lo mejor volvemos. Cuando llegue el verano. Qué ganas de que llegue el verano. Salir del letargo. Bueno, todo tiene su lado positivo. Claro que lo tiene. Se me aclara la vista.
Geli me ayudó a abrir hoy la puerta. Ayer fue Luis el sindicalista. ¿Quién será esta noche?
Anoche adelanté con la novela inédita. Le quité humedad. Por lo menos todavía puedo quitarle humedad a las palabras. Y luego abrí una de Corín Tellado. Dejaste de amarme. Por lo pronto parece que lo ama, no por su dinero ni porque la llena sexualmente, sino por su franqueza y su voluntad, aunque es un palurdo y su madre una aldeana. Voy por el capítulo VI. No tengo muchas ganas de leer.

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