jueves, 21 de mayo de 2015

movilidad reducida (y III)

Sabado.
Viaje a Icod con Carmen. Aquello, de ir y marcharse. Carmen recogió una garrafa. Tiene aficiones estéticas con las garrafas.
Maleza por doquier. Deterioro que no lo llames arte.
Lunes con Ramón. Un rato grato de aquí para allá hasta que por la tarde me derroté y quise cama.

Me despierto, me visto, salgo al sol y al aire. Desayuno en Ibrahim. No tengo ganas de volver a casa. Bajo a Santa Creuz. Me acerco al cíber. Pienso que tengo que cambiar de rutina. Cuando cojo la 911 no apearme en la Rambla, sino seguir hasta Muelle Norte, y allí la 910. Hasta Valleseco por lo menos.
En Ibrahim hablaban del enano y del petudo. No oí de qué iba la historia. Es la una y once minutos. Me voy.

12 de marzo
En casa digo; mañana escribo en el blog no sé qué y no cuanto. Y ahora que estoy aquí no tengo ganas de escribir nada. Lo dejo para mañana, si bajo aquí donde una venezolana no me espera pero me sonríe cuando me ve entrar.

Ramón agobiado. Sita dolorida.

Con Jose y con Christian en la casa del Jabalí. Agradable noche, aunque un poco fría. Regalo de Christian. Jose prepara una acción el día 10 de abril en el Café 7.

Carmen insiste:
--¿Cuándo me vas a mantener?

Antes pasando por la Rambla, el actor Tacoronte sentado leyendo un libro en voz alta. No sé si disimula para no saludarme. Lo abordó yo. Me cuenta que Nuyén ya está en Tenerife. Él la pronuncia diferente:
--Niyín --con una acentuada vocalización francesa.
Procuro subir al Ciber por una calle donde no me la encuentre. Olvidé en casa los dientes y el bastón. 

Anoche soñé con Domitila. Hermosa hembra en el sueño. Buscábamos escondernos de alguien que estaba en su casa o esperar a que se fuera, para poder llegar al fondo del asunto. Hermosa hembra en el sueño. Me corrí. 



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