jueves, 14 de mayo de 2015

rechazos

--Tienes razón, hay que publicar en Anagrama.
Se aleja el sufriente autor y aparece una dama mundana. 
--Me acuerdo que hablaste del rechazo porque lo vivías en propia carne. ¿No seré yo la persona a la que rechazas?
Me acuerdo de Roger en la noches asturianas, una copla que solía repetir:

No me vengas
con tu rumba
que estoy cabando
mi propia tumba.

Lo siento pero no estoy para intimidades. Algún día, si me decido, publico tres semanas que estuve dejando en borrador las entradas al blog. Desnudarse en público no es fácil. Pero es el único arte verdadero. Desnúdate y no me cuentes milongas. Pero desnúdate de verdad. Los afeites no sirven. Ni los apósitos. Como la cueva de la pinga que me trajo Ramón del Sur. Coño de mujer sin mujer es como plato de arroz a la cubana sin arroz a la cubana. No es lo mío. Y ahora no quiero coño. Y no sé si quiero mujer. 

Riforfo escribe de Las Palmas. Me alegra saber que está ahí. Las Palmas la tengo en la cabeza por los dos míticos crímenes recientes. El otro día un padre, dicen, mató a su hijo. Ayer, un hombre mató a su hermana y a su hermano.
No sé más. 

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